Un viaje al decadente Bucarest
Posted on 13 julio, 2013 By Redaccion portada, Viajar
Por Andrea Barragan
Bucarest, la capital de la Rumanía, no destaca por su riqueza arquitectónica y patrimonial pues, de hecho, pocos rincones impresionarán al viajero. Sin embargo, esta ciudad de más de 1 millón y medio de habitantes puede ser un destino ideal para aquellos que busquen unas vacaciones lowcost y disfruten con el turismo gastronómico. Y es que la comida rumana está para chuparse los dedos.
La ciudad es gris, de edificios decadentes y descuidados y de avenidas amplias. Sin embargo, su aspecto no siempre fue este y durante la primera mitad del siglo XX su sofisticada arquitectura y sus calles adornadas de frondosos árboles le confirieron el apodo de “la pequeña París”, una denominación de la que actualmente queda poco rastro.
Sin lugar a dudas, la principal atracción turística es el Parlamento, un gigantesco edificio que se alza como el segundo más grande del mundo, únicamente por detrás del Pentágono, en Estados Unidos. Edificado durante el régimen de Ceaucescu, como curiosidad hay que mencionar que para su construcción hubo que derribar más de 7.000 casas, así como iglesias, sinagogas, etc.
El Parlamento está formado por doce plantas más ocho subterráneas y también es conocido como Casa del pueblo. Se halla situado frente a la plaza Unirii, uno de los puntos más céntricos de la ciudad. Desde aquí no resultará muy complicado enganchar con Calea Victoriei (Avenida de la Victoria), la avenida más antigua de Bucarest y también la más glamourosa, ya que en ella se encuentra un gran número de hoteles de lujo y otros edificios elegantes. La plaza de la Revolución o el Ateneo Rumano son algunos de los lugares que descubrirá en su paseo.
El coqueto barrio antiguo
El casco antiguo de Bucarest, ubicado en las inmediaciones de Calea Victoriei y la calle Lipscani supondrá una agradable visita. Sumérjase en las callejuelas, las cuales, cuando comienza la primavera, se ven repletas de terracitas en las que sentarse al sol. Las ruinas de Curtea Veche (Corte Vieja) o Hanul Lui Manuc (Posada Manuc) son dos de los lugares imprescindibles en el área.
No se puede perder, en esta línea, uno de los puntos turísticos por excelencia de Bucarest: Caru Cu Bere, la cervecería de más antigüedad de la ciudad en la que, además, tendrá la oportunidad de degustar los platos típicos del país. Así, recomendamos el Kashkaval, un delicioso queso empanado; Carnati, salchichas tradicionales condimentadas; Sarmale, un tipo de carne picada envuelta en col; o los Mititei, unas ricas salchicas preparadas a la brasa
Una excursión al parque Herastrau
La visita a Bucarest quedaría incompleta si olvidásemos el parque Herastrau, un concurrido pulmón verde que, además, alberga en su interior el Museo del Campo, indispensable para averiguar cómo son las típicas cabañas de la Rumanía más profunda.
Fuera, al lado de una de las entradas del parque, se erige el Arco del Triunfo, construido inicialmente en 1878 para conmemorar la independencia de Rumanía.
Hasta aquí la excursión por esta ciudad que, en varias ocasiones, ha sido noticia por la cantidad de perros callejeros que deambulan a sus anchas y que pueden llegar a enturbiar la seguridad del viandante. La realidad es que suscitan más pena que miedo por las condiciones de desnutrición en que se encuentran.
Andrea Barragán