La fotografía del artista ruso Vladimir Clavijo Telepnev. Lujo, calma y voluptuosidad

Posted on 11 julio, 2013 By Terry Fotografía, portada, Primera Plana, Ultramar

Por Teresa R. Hage

 

Là, tout n’est qu’ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.

(“L’invitation au voyage”,
Charles Baudelaire en Les Fleurs du mal)

 

Vladimir Clavijo Telepnev es uno de los más famosos  y reconocidos fotógrafos modernos de Rusia. Conocido también como Telepnev, es además uno de los artistas rusos más aplaudido internacionalmente y maestro de una de las obras más interesantes del panorama de la fotografía contemporánea. Galardonado con innumerables premios, ha sido nombrado Clásico del Arte Fotográfico Ruso por expertos  de la Casa de la Fotografía de Moscú. Ha participado en numerosas exposiciones en prestigiosas galerías de arte rusas y extranjeras, con más asiduidad en Nueva York, Londres y París. Ha publicado varios álbumes son su trabajo y algunas de sus obras forman parte de colecciones privadas de personalidades como Dmitry Medvedev, Elton John, Peter Greenaway o  la princesa Michael de Kent, entre otros.

Clavijo Telepnev nació en Moscú en 1962 en el seno de una familia de intelectuales y artistas. Su padre, Pedro Clavijo, fue corresponsal en Rusia de la emisora colombiana Radio Caracol durante 36 años. Su madre Anna Telepneva, es una reconocida escritora de literatura infantil. Pero es de su abuelo paterno de donde le viene la afición a la fotografía. Edmundo Clavijo Cubilios fue un célebre fotógrafo y artista colombiano con un afamado estudio en el centro de Bogotá. Tras una visita a Colombia en plena era de la Unión Soviética, Vladimir Clavijo Telepnev queda deslumbrado por la obra de su abuelo y decide dedicarse a la fotografía. Adquiere también por parte de la rama materna el gusto por el arte puesto que sus abuelos, Vladimir y Margarita Telepev, fueron conocidos pintores rusos.

 

 

Marcado por tan sugestiva herencia , el joven Vladimir Clavijo se gradúa en 1986 en la Academia Poligráfica de Moscú, en la Facultad de Artes Gráficas con la especialidad de Pintura, Grabado y Diseño poligráfico y empieza a trabajar como fotógrafo de prensa para diversas revistas dentro y fuera de su país: Observator, Panorama, Le Figaro, Hola, La Vanguardia, Tribuna de Actualidad, Blanco y Negro, El Tiempo de Viajar, etc. Unos años más tarde continúa su andadura como fotógrafo independiente para House, Voyage, Maison Française, Mazonin , Dorogoi, Bazaar, Marie Claire, ELLE, Officiele, Foto and Video, etc.

 

 

Dese 1991, es miembro de la Federación Internacional de Artistas de la UNESCO y colabora con proyectos y agencias de publicidad internacionales: Me&Erickson, Agei Tolili, Video International, Service of landscape, Freedman & Roise, entre otras. El inquieto fotógrafo moscovita interviene, además, en campañas publicitarias de grandes empresas como Samsung, Sony, Toshiba, Kalinka Stokmann, Carlo Pazzolini, Soveren, Erickson, Beline… Al mismo tiempo, participa activamente en la vida cultural moscovita y en numerosas  exposiciones de pintura y fotografía patrocinadas por artistas de Moscú.

 

 

En 1996 recibe el Master-96, Premio al mejor Proyecto Publicitario, en el Festival Anual de Publicidad. Desde 1999, es miembro de la Unión de Fotógrafos artísticos de Rusia. En 1996, 1998 y 2000 participa en la Bienal Internacional de Fotografía de Moscú. Desde el año 2000 es profesor de Fotografía publicitaria y composición en la Facultad de Periodismo de la Universidad Lomonosov de Moscú. En 2001 gana el Premio Kodak y crea su propia Escuela de Arte fotográfico.

 

 

 

El primer álbum, Imperfecto (2001), es nombrado el mejor álbum fotográfico de la Europa del Este en 2002.  Este mismo año publica el siguiente álbum, Impressions. En 2005 publica el álbum Cherry Orchard, inspirada en la obra El jardín de los cerezos de Antón Chéjov, en el que retrataba la decadencia de la aristocracia rusa de finales del siglo XIX.

 

 

De este modo, además de un exitoso fotógrafo publicitario y de moda, Telepnev  empieza a adquirir fama con otros proyectos más personales, más artísticos. Para estos proyectos utiliza diferentes métodos y técnicas de trabajo y frecuenta temas diversos. Su estilo prescinde, en general, de colores brillantes y se ciñe a una paleta monocromática, en sepia o blanco y negro, en la que, de vez en cuando, deja caer algunas pinceladas de color.

 

 

 

Las líneas, las formas, la luz y la plasticidad son elementos fundamentales de su lenguaje expresivo, de su exquisita mirada. De este modo, en pocos años Telepnev consigue labrarse una notable carrera como fotógrafo artístico. Su obra ha sido calificada por El New York Times como una de las referencia fundamentales del arte contemporáneo.

 

 

Toda su obra es elegante, bella y siempre bañada por la nostalgia. El admirado artista ruso posee la capacidad de captar lo invisible en lo visible, devuelve a la vida a los personajes literarios de Chéjov en Cherry Orchard (El jardín de los cerezos) o a los de Lewis Carroll, con su singular Alicia en el País de las Maravillas.

 

 

Pero también le inspira el mundo espiritual. Durante un viaje por Egipto e Israel, se da cuenta de que el tema religioso no estaba siendo explorado por los fotógrafos contemporáneos y tras la visita al monte Sinaí decide mostrar los lugares del mundo espiritual para  “ilustrar una Biblia para los cristianos del siglo XXI”. Pensó en una técnica al modo de los grabados de Gustave Doré, fotografió paisajes sin figuras, sólo lugares históricos y sus posteriores muestras fueron un éxito en Europa y Estados Unidos. Se dirigió después a Alexei II, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa rusa para proponerle ilustrar con sus fotos la Biblia. Este conjunto de fotografías constituyen su hermosa serie Bible in photos.

 

 

El erotismo también está presente en su obra con una mirada que se aleja siempre del territorio de lo vulgar, de lo común, así en  la serie Sensuality  todas las figuras retratadas se muestran de espaldas al espectador transmitiendo su sensualidad a través de suaves líneas, de una luz discreta, de la plasticidad del cuerpo y de unos fondos neutros que concentran la mirada en la belleza del desnudo femenino. El tema pacifista ocupa, por su parte, el proyecto antibélico Beograd, en el que participan con él otros siete relevantes artistas rusos.

 

 

La impresionante obra de Vladimir Clavijo Telepnev, que bebe de abundantes fuentes,  se divide en diferentes series: Alice in Wonderland, Sensuality, Cards, Russian, Cherry Orchard, Russian Asia, Cagnes sur Mer, Monte Negro, Kremlin, Bible in Photos, Russian Ballet Stars, Stalin’s Empire Style, Sensuality, A market place, Russian Beauties as Movie divas of the 1920´s and 1940’s, Travels, Circus, Portraits, Hands, Still-Lifes, Beograd y Children, entre otras.

 

 

El estilo del famoso fotógrafo moscovita se caracteriza por una elegancia natural y sobria, a veces de una belleza turbadora, como si su estilo neorromántico, su mundo nostálgico se viera invadido súbitamente por algo invisible que perturba su calma, su silencio. El color sepia de las antiguas fotografías de Telepnev nos transporta, por un lado, a un pasado lejano o al mundo mágico de los cuentos pero por, otro lado, se percibe en su fotografía algo que lo distancia del territorio de lo establecido. “La belleza será convulsa o no será”, escribió André Breton y esto es lo que nos transmite la fascinante y evocadora obra de Vladimir Clavijo Telepnev.

 

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