México: La revolución del arte, 1910-1940
Del 6 de julio al 29 de septiembre de 2013
Sackler Wing, Royal Academy of Arts, Londres
México: La revolución del Arte, 1910 – 1940 examina los intensos treinta años de creación artística que se dieron en México a principios del siglo xx. La convulsión que supusieron los años de la revolución, entre 1910 y 1920, dio lugar a un periodo de profundo cambio político en el que el arte tomó un papel principal. Con más de 120 pinturas y fotografías, la exposición reúne obras procedentes de colecciones públicas y privadas de todo el continente americano y Europa.
En 1910, el estallido de la revolución puso fin al largo reinado de Porfirio Díaz, quien había ocupado la presidencia desde 1876. Una vez pasada la crisis, el cambio político posterior marcó el comienzo de un período a menudo descrito como un renacimiento cultural. Bajo una política de patrocinio estatal, los artistas fueron contratados por el Ministerio de Educación para promover los objetivos políticos de la revolución; la creación artística fue acogida como símbolo de la creatividad inherente y de la industria de la nación y, por lo tanto, entendido como representación de los principios de la revolución. Figuras como Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros (los tres grandes) se situaron a la vanguardia de este movimiento.
México: La revolución del arte, 1910-1940 destaca un periodo extraordinariamente productivo y diverso en la historia de México; un momento en que el país atrajo a un gran número de artistas internacionales e intelectuales que conectaban con los cambios políticos que estaban teniendo lugar, en respuesta a la riqueza y diversidad que encontraron al llegar allí. Para muchos, México era una tierra virgen rica en historia, con paisajes impresionantes y una población diversa que anunciaba una sensación de descubrimiento y una promesa de aventura.
El trabajo de los artistas mexicanos más significativos se muestra junto al de aquellos cuya estancia en México marcó su experiencia vital de forma determinante. Entre estos destacan Albers, Edward Burra, Robert Capa, Henri Cartier-Bresson, Philip Guston, Marsden Hartley, Tina Modotti, Henrietta Shore, Paul Strand, Leon Underwood y Edward Weston.
Entre las obras destacadas se encuentra Mujer Maya, de Roberto Montenegro (1926, Museo de Arte Moderno, Nueva York); Baile en Tehuantepec, de Diego Rivera (1928, Colección de Clarissa y Edgar Bronfman Jr.); Trabajadores leyendo El Machete, de Tina Modotti (c.1929, Throckmorton Fine Art, Inc., Nueva York); Barricada, de José Clemente Orozco (1931, Museo de Arte Moderno, Nueva York); El Paseo, de Edward Burra (c.1938, colección privada); Carnaval en Huejotzingo, de José Chávez Morado (1939, Museo de Arte de Phoenix ); Mujeres en camiones con pancartas de apoyo a la candidatura presidencial del general Manuel Ávila Camacho, Ciudad de México, junio-julio de 1940, de Robert Capa (Centro Internacional de Fotografía), y un autorretrato de Frida Kahlo (Cortesía Sotheby’s).
La exposición concluye en 1940, un año trascendental en la vida cultural y política mexicanas. El Museo de Arte Moderno de Nueva York inaugura 20 Siglos de Arte Mexicano, una importante exposición que mostraba la importancia que el arte mexicano había llegado a alcanzar en los Estados Unidos. Ese mismo año, Andre Breton organiza la Exposición Internacional Surrealista en la Galería de Arte Mexicano de Ciudad de México. Robert Capa, a quien la revista Life le había encargado cubrir las elecciones presidenciales, informó de la muerte de León Trotsky, asesinado tras haber pedido asilo político en México, en 1937.
México: La revolución del arte, 1910-1940 revela un entorno cultural dinámico y, a menudo, turbulento en el que se desarrollaron algunas de las figuras principales del siglo xx, a través de sus interacciones mutuan y de las diferentes respuestas que estos creadores proporcionan ante una misma cuestión: México.
México: La revolución del arte, 1910-1940 se puede visitar en la Royal Academy of Arts, Londres. La muestra ha sido organizada por comisario de exposiciones el Dr. Adrian Locke, de la Royal Academy of Arts.
Traducción: Ruth M. Cereceda