Viajes sostenibles ¿sólo en el campo o en la playa?
Por Cristina Torres
El turismo sostenible es aquel que se preocupa de mantener el lugar que visita tal y como lo encontró, así como de moverse de la forma menos contaminante
Tipos de viajes hay casi tantos como tipos de viajeros. Sin embargo, en los tiempos que corren se está hablando mucho de viajes sostenibles, aunque en realidad no se trata únicamente de una manera de disfrutar de la naturaleza, sino que hablamos de una filosofía de viaje más que del lugar en el que nos vamos a vivir la aventura. Y es que los viajes sostenibles son mucho más que simplemente cuidar del medio al que vamos, procurando por ejemplo no ensuciar las playas o cuidando de no hacer hogueras en la montaña. La cosa va mucho más allá de eso.
Viajes sostenibles ¿sólo en el campo o en la playa?
Los viajes sostenibles son mucho más que eso que hemos dicho, pero aún no hemos definido lo que es un viaje sostenible. Pues bien. Vamos a empezar de esta manera a comenzar a entender qué es el concepto. Ser sostenible es básicament intentar que el lugar se conserve tal y como está a lo largo del tiempo, con lo que supone que nuestra presencia debe de ser lo menos dañina posible. Lógicamente, asociar a los viajes sostenibles con el medio rural no es nada fuera de lo normal, porque por lo general es en él dónde los humanos solemos dejar una huella que hace más daño. Así, en realidad se ha quedado erróneamente el término asociado solo a ese sector.
Así que es importante destacar que la moda de los viajes sostenibles no es solamente aplicable para los que nos decidimos a disfrutar del mundo rural o costero, sino también de las ciudades. Así por ejemplo, viajar en coches eléctricos que en muchas ciudades se ofrecen en casi cualquier esquina, o moverse en bicicleta que aunque en España empieza a ser habitual, no lo es tanto como en ciudades como Holanda, en las que es el medio de transporte por excelencia.
La verdad es que no es solo una cuestión de transporte, de no ensuciar o de dejarlo todo como estaba, es también una cuestión de vivir la ciudad como si fuese la tuya. Es decir, de no hacer algo que no harías en tu propio sitio, porque al fin y al cabo, en el sitio que vivimos en el que transitamos todos los días sus calles nos solemos preocupar más por cómo están las cosas y procuramos sino mejorarlas, al menos mantenerlas para vivir bien. Eso es un viaje sostenible, así que nada de confundirlo solo con un modo de viajar a la montaña y a la playa.