Irina Antonova, guardiana del botín de guerra artístico, deja la dirección del Museo Pushkin de Moscú
Por Ulf Mauder, dpa
Es el fin de una era: a los 91 años y tras 52 al frente del Museo Pushkin de Moscú, Irina Antonova deja la dirección de la reconocida institución. Su legado queda en manos de la galerista Marina Loshak, que a partir de ahora tendrá que velar por las obras que los soldados soviéticos capturaron en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y que ahora reclama Berlín.
Rusia argumenta que las obras alemanas fueron pagadas con la sangre de los soldados soviéticos y uno de los logros de Antonova -conocida en Alemania como “la guardiana del botín de guerra artístico”- es el hecho de que una ley rusa contemple esas obras en concepto de reparación.
Entre las piezas que reclama Alemania están los hallazgos de Troya, de Heinrich Schliemann, y el tesoro de Eberswalde. “Una devolución supondría el comienzo de una revolución en las colecciones de arte de todo el mundo”, afirmó Antonova en una ocasión, asegurando que los museos están llenos de tesoros procedentes de conquistas y guerras.
A pesar de su avanzada edad, la retirada de Antonova ha sido una sorpresa, pues al cumplir los 90 años aseguró que todavía no veía el fin de su trabajo. Con motivo de dicho aniversario, la prensa especializada rusa la describió como una experta que con inteligencia y energía inagotable dirigía uno de los museos más importantes de Rusia.
SALVADOR DALÍ Y LA GUERRA FRÍA
En la época soviética, Antonova organizó una primera muestra con obras de Salvador Dalí. Y tras el final de la Guerra Fría abrió el depósito secreto de obras de arte procedentes del conflicto armado, después de que Moscú ya hubiera devuelto un gran número de ellas a la pinacoteca de Dresde cuando esta ciudad formaba parte de la República Democrática Alemana.
Entre sus colegas del museo, Antonova se ganó fama de incorregible funcionaria soviética de la vieja guardia. En 1961 fue nombrada directora del Museo Pushkin.
Según el ministro ruso de Cultura ruso, Vladimir Medinski, fue la propia Antonova quien decidió apartarse de la dirección del museo, aunque permanecerá vinculada a él como presidenta de honor. Su última gran aparición como directora tuvo lugar hace una semana, en medio de un nuevo capítulo en la disputa ruso-germana por las obras de guerra procedentes de la Segunda Guerra Mundial.
Los líderes de ambos países, Angela Merkel y Vladimir Putin, inauguraron juntos la exposición “Edad del Bronce. Europa sin fronteras” en el Museo Hermitage de San Petersburgo. Merkel y Antonova se abrazaron entonces como viejas conocidas, pero la directora del Puskhin ignoró con educación las exigencias alemanas.
Fuente: Sin Embargo