La altitud geográfica influye en los sonidos de una lengua
Los idiomas que se hablan en lugares con gran altitud tienen sonidos consonantes eyectivos, que se pronuncian haciendo que la glotis impulse el aire, según un estudio de la Universidad de Miami (EEUU). Los investigadores descubrieron que los habitantes de estas regiones tienden a pronunciar sonidos que requieren menos capacidad pulmonar.
Los sonidos de diferentes idiomas pueden haberse formado por la geografía de los lugares donde se hablan, según un estudio publicado en el último número de la revista PLoS ONE por el investigador Caleb Everett, de la Universidad de Miami (EEUU).
Everett comparó los sonidos utilizados en cerca de 600 idiomas de todo el mundo con las regiones en las que se hablan comúnmente, y encontró una fuerte correlación entre la altitud de la región y la pronunciación.
“Según los resultados del estudio, las consonantes eyectivas, que se pronuncian mediante la compresión de aire en la boca –no mediante el impulso del aire de los pulmones– son mucho más comunes en lugares del mundo con gran altitud”, declara a SINC dicho investigador.
El trabajo localiza este fenómeno en lugares como la Cordillera de América del Norte, en los Andes, a través de África y el Cáucaso, y en idiomas como el aymara –lengua amerindia del altiplano sudamericano– y el quechua –familia de lenguas originaria de los Andes–.
El lenguaje artificial Na’vi que
se habla en la película Avatar
también utiliza consonantes eyectivas
Las consonantes eyectivas no existen en el inglés, sin embargo, se encontraron en idiomas que se hablan en cinco de las seis principales regiones de gran altitud donde vive gente de habla inglesa. El lenguaje artificial Na’vi que se habla en la película Avatar también utiliza consonantes eyectivas. “Esta relación es difícil de explicar por causa de otros factores”, asegura el autor.
Esta investigación sugiere que, contrariamente a la creencia popular en lingüística, la geografía afecta a las estructuras de sonido de las lenguas, a su fonología. “Por tanto, deberían ser investigados otros tipos de efectos geográficos en los sistemas de sonido humano”, concluye Everett.
SINC