¿Sabías que…? Un día de guerra
Por Tamara Moya.
La cinematografía soviética, que estuvo en decadencia durante la década de 1930, comenzó a renacer en el período de la Segunda Guerra Mundial, principalmente con el género documental. Esto explica que algunos importantes directores de ficción comenzaran también a cultivar el documental, como fue el caso de Alexander Dovzhenko, Sergei Yutkevitch o Yuli Raizman.
En este contexto, el director Mijail Slutsky supervisó un proyecto nada habitual: Un día de guerra (Den voiny, 1942), documental sobre el asedio de Leningrado pero que tiene de particular que todas sus tomas se hicieron en un solo día, el 13 de junio de 1942. Para llevar a cabo tal proyecto, el director contó con la colaboración de más de doscientos camarógrafos que filmaban en diferentes puntos de toda la Unión Soviética. La cobertura cinematográfica de las acciones de guerra también dio lugar a numerosas leyendas. Más de cien camarógrafos soviéticos murieron en acción, pero los vacíos dejados en sus filas fueron rápida y ansiosamente cubiertos.
Finalmente, la academia cinematográfica estatal (fundada en 1919 en plena revolución) decidió agregar a su programa la filmación de combates, lo que hizo que los camarógrafos obtuvieran distinciones por su acción en la línea de batalla (BARNOUW: 1996).