El peso muerto (V) – 10 días después
– Ya hace 10 días de la entrevista de Aznar y aún no doy crédito.
– Él nos salvará. Es nuestra última esperanza.
-¿Pero qué dices? Nos va a hundir más aún en el fango. En dos días de gobierno nos llevará a la guerra civil. El cordón umbilical de Cataluña ya está demasiado suelto y él lo quiere volver a atar con todas sus fuerzas y, cómo dijo, «hasta las última consecuencias». Como dijo kafka: «A partir de cierto punto no hay retorno. Ese es el punto que hay que alcanzar». Cataluña ya ha pasado ese punto. Ahora sólo es cuestión de tiempo.
-No, él lo conseguirá. Él ama a España y Cataluña forma parte de la nación ¿No lo escuchaste? Es un patriota, nunca dejará España a los intereses de terceros. Ni de los corruptos, ni de los mercados, ni de los Alemanes. Primero va España. Su prioridad es España. Es como Mola cuando dijo «Fusilaría a mi padre si supiese que traiciona al bando nacional». Sólo él puede hacerlo.
– Voy a llorar. Él sólo se quiere salvar a sí mismo. Se quiere demasiado como para que alguien diga que ha hecho algo mal. ¿No lo escuchaste? A la mínima oportunidad, no hacía otra cosa que decir las muchas cosas que ha hecho y que todo el «milagro» económico fue gracias a él. Ese milagro fue hipotecar el país entero. Fue él quien firmo un cheque que el futuro próximo no podía pagar. Fue él quien hipotecó por encima de sus posibilidades y luego hizo como si se marchase por la puerta grande. Esta ruina también lleva su firma. Él cortó la banda de la inauguración de las burbuja. Nos llevó a la guerra y luego se comportó como el cínico que no se atreve a pasar por las brasas del fuego que él mismo creó. No quiso reconocer que los atentados del 11M fue el efecto de la causa. Que fue por culpa de las decisiones que tomó. No se atrevió y aún no se atreve porque en su cabeza no le cabe la idea de que él pueda fallar. Hizo caso omiso a la gran mayoría que estaba en contra y ahora dice que la mayoría ha de respetarse.
– Por eso mismo sé que nos sacará. Él sabe que para hacer grande a un país, has de codearte con los grandes y hacer lo que hacen los grandes. Hizo lo correcto. Se unió a EEUU y al Reino Unido para hacer la guerra. Ilegítima, sí, pero de alguna forma un país se hace poderoso. ¿Piensas que un país se vuelve poderoso vendiendo sandalias? Él antepone a su país. Es duro para los demás, pero el mundo es egoísta. Nos quiere como un padre quiere a su hijo. Por eso hizo caso omiso a nuestras pataletas de «No a la guerra». Lo hacía por nuestro bien. Decide por nosotros por nuestro bien.
– El mundo es egoísta por personas como tú. Decide por nosotros porque nos ve como seres inferiores y retrasados. ¿No te das cuenta de que sufre de mesianismo? Cree en su misión divina. Cree que Dios le ha encargado la tarea de guiarnos por el valle de las sombras. Aún me acuerdo cuando dijo «A mi ningún musulmán me ha pedido perdón por invadir mi país 800 años». Eso indica un retraso intelectual severo. Una base cultural nula. Ni siquiera sabe qué es España. No lo sabe. No tiene ni idea. Vive en la Asturias de Don Pelayo.
– Di lo que quieras, pero yo confío en él y con la idea de cortar con el pasado y guiarnos hacia nuevos objetivos, nos llevará a la cima. Al lugar donde merecemos estar.
-¿El lugar donde merecemos estar? No has entendido nada.
– Tú sí que no has entendido nada. El mundo es cruel, es lo que hay. Hay que pensar en nuestro país y anteponerlo a los demás, a las viejas heridas e incluso a la propia humanidad si hace falta. Traiciona a Rajoy porque antepone a su país a cualquier partido, persona o amistad. Es un patriota. Mira su bigote. Se lo ha quitado. Eso es cortar con el pasado. Muy buen símbolo.
– Pero si puso a Rajoy. ¿Nunca se dió cuenta de su incompetecia? No antepone el país a nada. Lo que único que antepone es a él mismo llevándose por delante a quien sea con tal de lograr terminar su tarea divina. Aquello que llama «conciencia». Yo aún veo su bigote.
– ¿Cómo que aún lo ves?
-Sí, aún lo veo. Lo siento como un miembro fantasma. Como aquel que nunca se fue.