Trágica España: retrato de una sociedad gris y sus posibles salidas
Por: Héctor Anaya
Un millón de personas atendidas por la ONG católica Cáritas en España, según los últimos datos. Más de 6. 200. 000 parados en el primer trimestre de 2013 según datos de la EPA (Encuesta de Población Activa). Continuas movilizaciones ciudadanas y manifestaciones que parecen no ser escuchadas por los poderes políticos. 500 desahucios en España al día mientras 3,4 millones de casas permanecen vacías y en manos de los bancos. Miles de personas que intentan sobrevivir esperando a las puertas de los grandes centros comerciales y supermercados para poder rebuscar en la basura, si bien no les echan de allí o ponen candados en los contenedores, para evitar que se alimenten con la comida que se va a tirar. Gente que no puede estudiar porque en su casa se necesita que se trabaje. Niños que la única comida que comen al día es la que se les da en el colegio. Personas dependientes que ven como sus prestaciones y ayudas se van recortando día a día. Una sociedad que ve como se recorta en salud y educación, pero como se destina 8.974 millones de euros a gasto armamentístico. Estas son algunas de las muchas pinceladas que se pueden dar al retrato de la sociedad española actual, una sociedad en la que cada vez la brecha social es más amplia y donde el desarrollo humano ha disminuido un 4,4% en el conjunto de España. Pero ¿a qué se debe todo esto?
La situación económica actual ha evidenciado las carencias del modelo español de crecimiento desarrollado en los últimos años. Asimismo, los informes internacionales no dejan de poner en evidencia la escasa competitividad del tejido productivo y su evolución deficiente. Tratar estos problemas es uno de los principales retos de la política española actual.
Es cierto que en los últimos 30 años España ha pasado de ser un país rico a ser una potencia económica considerada una de las más desarrolladas. No obstante, en la actualidad la economía española se encuentra en una gran recesión económica que causa grandes desigualdades sociales en el conjunto de su población. Uno de los principales problemas que presenta España es que, pese a que tenía una gran capacidad de generar empleo allá por el 2007, es poco productiva y eficiente respecto a otras potencias europeas, aunque en España se trabajen más horas. Y este problema es algo que parece que no se vaya a mejorar pese a las mejoras que tiene la economía española, ya que los datos del paro se llevan arrastrando desde la crisis de la década de los 70 del siglo pasado.
Asimismo, el crecimiento económico de los últimos años no ha ido acompañado de una inversión en los sectores más productivos y garantes del desarrollo, como pueda ser la inversión en I+D+i. Por el contrario, en España se ha invertido principalmente en tres secotres: construcción, inmobiliario y turismo, por lo que, los riesgos no se han diversificado, al contrario de lo ocurrido en Alemania. Además, se inició un endeudamiento cada vez mayor que hacía aumentar la dependencia exterior y favorecía a países como Alemania, que al tener un gran ahorro nacional se convirtieron en los principales prestamistas.
De este modo, España entró en un proceso de recesión económica en el segundo trimestre de 2008 y continuó retrocediendo hasta 2010, año en el que tuvo una ligera recuperación que precedería a su caída en 2011, con la generalización de la crisis a una cantidad cada vez mayor de países.
Por último, encontramos el problema de los activos financieros, cuyos precios han caído lo que ha llevado a que los propietarios de dichos activos reduzcan su consumo.
Con todo lo visto, ¿cuáles son las salidas propuestas para esta situación? En 2009, 100 de los economistas más prestigiosos de España, propusieron eliminar la dualidad laboral y establecer solo contratos indefinidos como posible salida para la crisis. Además, defendieron el aumento de las indemnizaciones por despido por cada año trabajado.
En lo referente a las políticas activas, estas deberían centrarse en los trabajadores menos cualificados, incentivando su formación para que puedan reciclarse y trabajar en otros sectores de producción. Asimismo, los economistas consideran que los acuerdos entre trabajador y empresario deben de ser más importantes y prevalecer sobre los acuerdos nacionales, a la vez que los salarios son condicionados por la productividad del trabajador.
Por último, se considera necesario llevar a cabo un cambio en la educación, para lograr que prime la calidad sobre la cantidad. También se apuesta por la formación profesional y por la enseñanza de idiomas, así como el uso de las nuevas tecnologías de la enseñanza en educación. Esta reforma, según los economistas, debería realizarse en las universidades, invirtiendo en investigación y aumentando el gasto por estudiante.
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