Pantani, ‘el pirata’ que conquistó el Giro
Por: Ana M. Badía
El Giro de Italia centra sus miradas este curso en el atractivo duelo entre Wiggins y Nibali, el siempre esperado sprint final de Cavendish, el ataque de Intxausti y la peligrosa omnipresencia de Evans. Con las ausencias de Ivan Basso y Alberto Contador, entre otros, las miradas se dispersan para dibujar una carrera que se plantea más abierta e incierta que nunca.
Con tres cronometradas y seis finales en alto, el Giro aporta dureza y atractivo al circuito en su edición número 96, edición sin un favorito claro, en las que las apuestas se reparten entre el presente ganador del Tour y medallista olímpico, Bradley Wiggins, y los italianos Nibali y Messina, ciclistas que cuentan con un estado de forma que hace soñar a sus compatriotas.
Pero hubo un tiempo en el que el Giro centraba las miradas en un solo hombre. Un ciclista que siempre será recordado como uno de los grandes vencedores de la vuelta italiana. Un escalador que no dejaba de sorprender etapa tras etapa, ‘un pirata’ que gobernó la carretera hasta conseguir su mayor motín, el maillot rosa. Marco Pantani fue la leyenda que se forjó tras caídas y acusaciones hasta conquistar Giro y Tour en el mismo curso.
Con una imagen que no pasaba desapercibida dentro del pelotón, Marco Pantani fue abriéndose paso en el mundo del ciclismo.
Por su apariencia, nadie diría que el italiano era un hombre tímido, sensible y reservado a la hora de hablar de su vida privada o sus sensaciones sobre la carrera. El pañuelo que cubría su cabeza, los grandes pendientes de aro y las gafas de sol, le daban un aspecto más cercano a una estrella del rock que a un corredor especializado en la escalada.
‘El pirata’, como fue apodado, marcó estilo dentro del pelotón y comenzó una carrera marcada por su carisma y fuerza sobre las dos ruedas. 1994 fue el año de su despegue, pero sería 1998 cuando ‘El pirata’ logró convertirse en el campeón que todos esperaban.
Marco Pantani ya apuntaba maneras desde su debut. En 1994, el italiano centró las miradas de la prensa internacional logrando un segundo puesto en el Giro y un tercero en el Tour. Entonces se convirtió en el mejor ciclista del circuito menor de 25 años.
Los focos empezaron a seguir de cerca su trayectoria, pero justo cuando ‘el pirata’ comenzaba a navegar, una caída en la vuelta Milan-Turín, le dejó con una doble fractura de Fémur y una baja que puso en peligro su carrera. A pesar de ello, Pantani regresó tres años más tarde y con el hambre de triunfos intacta. Su apetito se mantenía insaciable, al igual que su escalada.
En 1997 mostró unas cualidades fortalecidas por el descanso y el entrenamiento y marcó con un intenso duelo el principio de su curso dorado. El enfrentamiento con Jan Ullrich en el Tour, le sirvió para ganar confianza y demostrar que ‘El pirata’ estaba preparado para volver a lo más alto.
1998 se recordará como su curso dorado. Con Ullrich en el punto de mira, Pantani llegó al Tour tras lograr la “Maglia Rosa” del Giro de Italia. Su actuación fue magistral ganando dos etapas y dejando atrás a especialistas en la crono como Alex Zulle y Pavel Toncov. Pero el alemán no iba a ponérselo nada fácil.
En el comienzo de la ronda gala, Jan Ullrich dejó al italiano a cinco minutos tras una contrarreloj en la que no dio opción a réplica, aunque la diferencia no le sirvió de mucho a la hora de escalar.
“Ullrich ganó con autoridad y dio la impresión de que era el mismo del año anterior. Casi me saca cinco minutos y reconozco que me desanime. Afortunadamente en el primer envite serio de montaña comprobé que no era inferior al resto de mis rivales y que estos no estaban en su mejor momento de forma”.
Y es que en la montaña Pantani marcó el ritmo y recortó distancias hasta superar a su rival, uno de sus mejores duelos se disputó en la etapa entre Grenoble y Les Deux Alpes, donde ‘EL pirata’ logró 9 minutos de diferencia sobre el alemán que sirvieron para sentenciar el Tour.
Un duro descenso
Tan solo un año después de lograr su histórico doblete, la gloriosa carrera de Marco inició su ocaso. A tan solo un paso de revalidar su título en el Giro de Italia, cuatro etapas y más de cinco minutos de ventaja sobre su rival más directo le servían el maillot rosa en bandeja, ‘El pirata’ fue acusado de dopaje y retirado de competición. Los altos niveles de hematocrito encontrados en su sangre sugerían un caso de dopaje con EPO, lo que supuso el fin de una etapa dorada (el italiano tampoco correría el Tour), y el comienzo de una carrera marcada por la sospecha y las depresiones.
En 2000 volvió a subirse a la bicicleta y aunque mostró destellos de lo que en su día fue, Pantani estaba lejos física y mentalmente, de la victoria. Volvió al pelotón y le plantó cara a un joven Armstrong en el Tour, pero su carrera ya estaba terminada.
El duelo con el de Texas, fue su última gran función, tras ello, ‘El pirata’ caería en un profundo pozo. Con unos kilos de más, sin patrocinador, con la continúa sospecha del dopaje sobre sus hombros y la presión de los medios, Marco se refugió en su casa de Cesena, su ciudad de nacimiento, para superar el bache.
Allí los rumores de retirada se fueron acrecentando. “Cuando mi estado de ánimo sea el de un vencedor volveré a correr”, declaró entonces.
Los altibajos entonces se hicieron más fuertes y Pantani llegó incluso a ingresar en una clínica para tratar su depresión, pero ‘El pirata’ no logró recuperarse y el 14 de febrero de 2004, en un lujoso hotel de Rimini, el ciclista fue hallado muerto. Tenía 34 años.
En la habitación se encontraron diversos ansiolíticos y antidepresivos, la autopsia determinaría un paro cardiaco como resultado de un edema pulmonar y cerebral como causa de la muerte. Un mes después el informe oficial comunicó que fue una sobredosis de cocaína la que provocó su muerte.
‘El pirata’ se marchó sin despedirse, aunque en la memoria de todo aficionado aún permanecen sus grandes escaladas, sus polémicos duelos y sus ansias de victoria.