¿Hay algo nuevo bajo el sol?

Por: Clarena Martínez

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Uno de los álbumes que más me han entusiasmado este año es We are the 21st Century Ambassors of Peace and Magic  de los adictivos Foxygen,  un dúo americano que ha sabido condensar el clima cálido de California, las alucinaciones de las drogas psicodélicas y toda la historia del rock para inyectárselas a un número incipiente de musicómanos tanto nostálgicos como adictos al hype.

Cuando uno escucha a Foxygen por primera vez da un respingo al toparse en su sonido con MickJagger, David Bowie, Lou Reed, TheDoors y Elvis. Si se pone a escuchar el disco de nuevo, encuentra a Dylan, TheKinks, Love o TheZombies. Y en una tercera inmersión, un oyente incisivo puede alimentar más su turbación sorprendiendo al mismísimo doctor Frank`nFurterde The Rocky Horror Picture Show en el tema Oh Yeah. Entre los círculos de melómanos se corre la voz de una nueva leyenda que dice que cada vez que alguien se adentra en We are the 21st Century Ambassors of Peace and Magic puede descubrir al menos una nueva influencia, y que este fenómeno puede prolongarse y repetirse en bucle  hasta que uno acabe encontrando influencias de grupos que aún ni existen. Lo cierto es que Foxygen, más que un disco, parece que hayan elaborado una exhibición de lo que la playlist de todo aficionado a la música debería contener.

Evidentemente, esto ha provocado en muchos críticos sentimientos encontrados y reabre el eterno debate: ¿Acaso ya no queda nada nuevo que inventar que los grupos no pueden más que recuperar los sonidos del pasado? Daft Punk, Deer hunter o Vampire Weekend, todos inspirándose en la música de antaño, ¿significa esto que nos hemos quedado estancados?

Al abordar esta cuestión, no puedo evitar recordar esos momentos musicales con mi padre, alternando vinilos suyos y cd’s míos, buscando sorprendernos el uno al otro, jugando con el presente y el futuro y él siempre encontrando  la herencia de sus viejos ídolos entre las canciones  de los grupos que le enseñaba. Siempre la misma frase: “Si es que no hay nada nuevo bajo el sol”.

Pero, ¿acaso es esto algo malo? ¿Deben los grupos actuales desaprender el recorrido de sus predecesores? ¿Olvidan acaso a su vez los psicoanalistas el camino que abrió Freud? Ningún músico debe olvidar los terrenos que otros empezaron a explorar. En mi opinión, olvidar la historia, ya sea de la humanidad o de la música, es un completo error. No se debe menospreciar al que continúa indagando en un campo que fue abierto por otros, ¿no es esa la clave del conocimiento y de la ciencia acumulativos? Un grupo que no tiene en cuenta la historia que forjaron sus antecesores, es un grupo que construye los pilares de su trayectoria en arenas movedizas. Es necesario innovar, pero sobre bases sólidas.

Quizás bajo el sol se encuentre el mismo escenario, pero entre el alba y el ocaso existe una diferencia de tonalidades y se suceden una serie de pequeños cambios que derivan en el mañana.

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