Mis rincones favoritos : Museo del Romanticismo
Por M. Cristina Vidal C.
Muchos de nosotros, cuando hacemos turismo, planificamos las visitas a los lugares más emblemáticos de las ciudades a las que viajamos. El problema de esto es que, muchas veces, dejamos por descubrir algunos lugares con gran encanto pero que son un poco menos populares.
Hoy hablaré del Museo del Romanticismo que, aunque no es desconocido, es un gran olvidado para aquellos turistas que vienen a Madrid. Tal vez hayan visitado el Museo del Prado, el Reina Sofía o el Thyssen varias veces y una o ninguna este museo del que hoy hablaremos.
Cerca de la salida de metro de Tribunal se encuentra este pequeño rincón de Madrid, donde podremos visitar un museo poco convencional. Lejos de ofrecer sus obras en un espacio amplio, luminoso y prácticamente deshumanizado, nos encontramos con una casa decorada al estilo decimonónico. De ese modo, podremos percibir más de cerca ese aire burgués del XIX español, observar la distribución de los espacios, pasear por sus salones y observar varios objetos curiosos que en él se exponen.
Algunas de sus salas resultan especialmente curiosas, como el lugar dedicado a los juguetes de la época, cada cual más estrambótico. Además, para animar a aquellos que gusten de la literatura, se encuentra allí el retrato más conocido de Mariano José de Larra y algunas obras de Valeriano Bécquer (hermano del famoso escritor). No obstante, para animar a todo aquel que acuda en estas semanas, la imagen de Larra ha quedado eclipsada desde este 26 de marzo por el gran conocido retrato de Gustavo Adolfo Bécquer, pintado por su hermano en 1862 (ocho años antes de la muerte del poeta).
Esta obra estará expuesta en el museo hasta el 30 de junio y se trata de la obra invitada prestada por el Museo de Bellas Artes de Sevilla. Así que, no dudéis más y acercaos a conocer este encantador rincón de Madrid, donde se sorprenderá tanto aquel que gusta con la visita a los museos como aquellos que no los frecuenten tanto. Un pequeño museo para curiosos y amantes de nuestra historia. Si pasáis por Madrid, acercaos y sed bienvenidos al siglo XIX.