Reality Shows
Por: Beatriz Cort
El panorama musical de las últimas décadas, tanto nacional como internacional, se ha encontrado con una gran cantidad de talent shows musicales como método de fomento de esta industria con el descubrimiento de nuevos cantantes.
Sin embargo, pese a que estos programas venden al público que su objetivo es conceder una oportunidad a voces buenas de ciudadanos de a pie, los resultados suelen ser distintos. Cantantes con voces que, pese a que tienen más nivel que el que se escucha en un karaoke a las cuatro de la mañana de un viernes, dejan mucho que desear y son disfrazadas con una imagen comercial que, antes que por los oídos, consiguen entrar al público por los ojos.
Pocos son los concursantes que han logrado alcanzar grandes éxitos musicales a raíz de estos realities. Un ejemplo es Operación Triunfo, ya muerto en España debido a la poca audiencia, del que solo participantes de la primera edición, véase David Bustamante y David Bisbal, son actualmente conocidos a nivel internacional. Además, en el caso de este programa se ha producido una gran controversia: Mai Meneses, más conocida como Nena Daconte, estrenó hace quince días Solo muerdo por ti, su cuarto álbum de estudio en tan solo ocho años, cuando fue la primera expulsada de la segunda edición (2002 – 2003). Sin olvidar mencionar que O.T acabó convirtiéndose en una especie de Gran Hermano musical cuya audiencia se limitaba a seguir la gala semana tras semana únicamente para escuchar contra quién arremetería Risto o cómo marchaban las relaciones, amorosas o de enemistad, entre los concursantes,
En el contexto internacional, hallamos resultados más eficientes en el caso de One Direction, un grupo de cinco jóvenes amigos enamorados de la música y ganadores de The X Factor. Sin embargo, cabe subrayar que la eficiencia se limita en este caso a la popularidad provocada, valga la redundancia, por la imagen comercial. Se han convertido en ídolos que despiertan todo tipo de pasiones entre las adolescentes y dejan a cero las taquillas, en pocos días, allá por donde pasan. Pero, y quizá me equivoque, ¿qué será de ellos en unos años? Cierto es que dentro de décadas serán recordados, pero no como el fenómeno musical que son ahora, sino como algo pasajero, pues la ausencia de un talento brillante y el estilo repetitivo les llevarán a la carencia de proyectos que provocarán que caigan en el olvido, como ya sucedió con las bandas españolas 3+2 y Fórmula Abierta, por poner algún ejemplo entre muchos casos más.
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