Coque Malla: “Mis letras están llenas de vestidos, zapatos y labios”
Coque Malla (Madrid, 1969) se está haciendo mayor. Le delatan los tintes maduros, la forma, la sensibilidad y el carisma con que ha grabado su último trabajo, Mujeres. Este no es un disco homenaje ni nada parecido, sólo es él mismo “sentado en el sofá mirando un álbum de fotos”. Eso sí, con la presencia de Leonor Watling, Jeanette, Rebeca Jiménez, Ángela Molina, Laura Gómez Palma, Vilma, Amparo Valle, Alondra Bentley, María Rodés y Anni B. Sweet, que le acompañan en este profundo viaje donde los viejos sentimientos son capaces de reconvertirse en otros nuevos.
Ha reunido a un elenco de mujeres impresionante, ¿en qué momento surge la idea de hacer este repaso?
El momento exacto no lo sé, entre medias de dos discos, cuando has acabado el anterior y estás a mitad de gira y ya todo el proceso creativo ha quedado atrás. Entonces empiezas a mirar hacia adelante y a pensar ¿y ahora qué? Mujeres es un repaso al pasado, una mirada atrás. Creo que surgió porque después de cuatro discos en solitario muy intensos emocionalmente, muy al límite, después de mucha comedura de coco, mucho sufrimiento y mucha intensidad, de repente me encontraba bien, me encontraba relajado, en un momento estupendo, y no tenía ganas de meterme en otra movida. Sentí que me apetecía mirar atrás como el que se queda en el salón de su casa mirando fotos y recordando cosas. Es una metáfora para hablar de lo que hice con mis discos y de todas las canciones. En ellas lo que saltaba a la vista era la mujer, lo femenino. Hay un montón de vestidos, de zapatos, de labios en mis letras… También mi relación con las mujeres y la relación entre hombres y mujeres. Al darme cuenta de eso apareció el nombre Mujeres y la manera natural y lógica de que esos duetos fueran hechos con mujeres.
¿Y la elección de las cantantes?
Tan sencillo como empezar a repasar voces femeninas o artistas mujeres hasta llegar a las que me gustaban. Era importante también que ellas fueran autoras, que entendiesen el proceso creativo y que Mujeres no era un disco de duetos sin más, que se trataba de contar una historia. Así fui llegando a cada una de ellas. Hay tres que son muy cercanas a mí: mi madre, Laura Gómez Palma, que es la mujer que recita en Mi asesina, y Vilma. De manera inmediata pensé en ellas porque están cerca y porque ya hemos colaborado en otras ocasiones. Incluir a mi madre surgió porque en un disco donde quería reflexionar entre la relación de hombres y mujeres, me parecía muy interesante, y ampliaba mucho más esa visión.
¿Cómo ha sido cantar con su madre?
Fue muy interesante y muy profesional. Los dos estábamos muy concentrados en el trabajo. Es una canción muy difícil, muy complicada, porque es un recitado que tiene un compás, un ritmo. Tienes que entrar en un punto, acabar en un punto… y tiene una medida. Eso fue complicado porque mi madre no está acostumbrada, como es lógico, porque no es música. Yo la fui guiando y al final lo sacó. Lo que aportó, sobre todo, es esa fuerza que tiene, esa verdad. A todo el mundo le pasa que cuando ve en el DVD y llega el momento de La Carta se le revuelve el alma. Tiene una carga brutal.
“Ahora no imagino ‘Berlín’ sin Leonor Watling”
¿Alguna sensación nueva en esta revisión?
Muchas… porque la banda es distinta, yo soy distinto, y por supuesto, están las invitadas, que han aportado muchísimo. No sólo porque ellas son artistas con personalidad y con carisma. Ellas hicieron suya la canción y ahora pasa de ser un monólogo a ser un diálogo.
Entonces las canciones han cambiado realmente al ser interpretadas por mujeres...
Sí, claro que han cambiado. No sé exactamente en qué, pero están en otro sitio. Berlín, por ejemplo, ahora no la imagino sin Leonor, tampoco Lo intentas sin Ángela, que cuando entra te pone la carne de gallina…
En el disco aparece un tema inédito, She understands…
Ella es un personaje que no es real. Tiene muchas interpretaciones y no me he parado a pensarlas. Yo empiezo a escribir y aparecen cosas. Ese personaje misterioso aparece ahí y puede representar un montón de cosas. Es una historia de amor imposible… hermosa.
¿Es un guiño a un futuro disco en inglés?
No, no ha sido algo premeditado. Un día me senté al piano y me salieron esas primeras frases de She understands con sus acordes y ahí se quedaron. No estudié el mercado ni nada parecido, tampoco pensé en un próximo disco. Me senté al piano y salió aquello, que ni siquiera estaba pensado para Mujeres. Cuando más tarde apareció Alondra en el proyecto me dijo que si tenía que cantar en castellano lo haría, pero que si tenía algo en inglés ella estaría más cómoda. En ese momento me acordé de esta canción, y además el estilo le venía como anillo al dedo a Alondra. La acabé al día siguiente, la grabé con piano y se la envié. Se quedó alucinada. Esa canción tiene algo especial… Fue un poco el destino.
Hablaba antes de una gran intensidad, ¿el músico vive siempre todo más intensamente?
No sé si se puede generalizar. Creo que hay artistas que son fríos también y que crean desde lo racional, de la misma manera que hay actores más cerebrales y novelas que son absolutamente diseñadas… No sé si el artista vive intensamente en general. Yo, sí. No sé hacerlo de otra manera. Escribo sobre lo que me ocurre, sobre lo que me va pasando y sí… Soy una persona que vive bastante intensamente.
Dentro de la gira incorpora un proyecto muy bonito: mujeres anónimas cantan sus canciones en los conciertos, ¿cómo surgió la idea?
Para mí la verdadera obra, la verdadera comprensión de Mujeres está en la película, en el concierto DVD que saco junto al CD. Normalmente lo importante suele ser el disco y el DVD suele ser un extra. En el caso de Mujeres ha cobrado especial importancia toda la gente que ha participado, y el juego con ellos y el rodaje ha hecho que lo importante sea la película. El disco es la banda sonora de esa película. Es casi accesorio, aunque se puede escuchar en el coche o donde sea, lo que pasa es que para saber lo que es Mujeres se debe ir al DVD.
Es único, irrepetible. Se hizo esos días, con esa luz, con esa escenografía, con esas invitadas, con esa ropa, con ese clima… Es imposible reproducirlo en una gira. Se podría hacer un intento de llevarlo a un teatro un día, pero si hablamos de una gira y de una banda que va a garitos es imposible. Además tenemos ganas de hacer un show muy cañero, nada intimista. Lo que sí pensamos que se podía hacer es que las canciones pasarán de ser un monólogo a ser un diálogo. Tuvimos la idea de convocar a chicas a hacer un vídeo versionando alguna de mis canciones y algunas serían elegidas para tocar en directo. Lo que surgió como una solución se ha convertido en una idea bonita en sí misma y está siendo algo muy interesante.
“No se me ocurriría la semejante estupidez de definirme”
En Mujeres lo importante parece ser la interpretación de los temas en sí y no la interacción entre vosotros…
Sí, es algo notorio. No hay interacción entre nosotros. Quizás hay un poquito al final en la canción con Vilma, que es muy amiga. Es algo que no se preparó. Ese resultado me gusta. Hay cosas que están muy medidas como las lámparas o el espacio escénico, pero esto no, no hablamos sobre ello, no pensamos en interactuar de ninguna manera. Se pusieron los micros y salió así. No hay casi contacto y me gusta. Me parece elegante. También tiene algo de inquietante… y no está pensado.
Entre las canciones incluidas en el disco, No puedo vivir sin ti, que se ha versionado muchísimo y de formas muy especiales… ¿Qué tiene?
No puedo vivir sin ti tuvo una amplificación extra, pero creo que hay otras canciones que también contienen esa emoción, sobre todo algunas de los últimos discos. En Termonuclear, por ejemplo, hay varias, lo que pasa es que hay gente, los que no son fans, que no han llegado a ellas. Creo que Lo intentas tiene esa emoción también.
¿En qué momento se encuentra ahora?
Tengo unas ganas de tocar que me muero. Estoy en el ‘modo gira’, que para mí es el mejor. Todo esto: hacer discos, canciones, entrevistas… tiene un objetivo final que es el que de verdad me apasiona, salir a la carretera con mi banda y subirme a un escenario a tocar.
¿Cómo se definiría?
Ni idea… No se me ocurriría semejante estupidez.
Si tuviera que hacer balance…
No sé ni me gusta analizarme a mí mismo ni ver qué ha pasado. Es obvio que ha habido una evolución, pero creo que el impulso inicial es el mismo, el mismo que el de todos los que hacemos canciones. Uno tiene la necesidad de coger la guitarra y ponerse a tocar, y de repente algo ocurre que le emociona, y empiezan a salir notas y letras, y necesita escribirlo. Eso no ha cambiado. Eso es exactamente igual ahora que cuando tenía 15 años y componía las canciones de Los Ronaldos.
Todo está revuelto. Además de la crisis, la gente vive un período de dudas, de sentimientos encontrados… ¿cree que es un buen momento para la creatividad?
La creatividad no tiene momentos. Ocurre y no se puede evitar. A veces no llega… Uno hace cosas, proyectos, canciones… porque no le queda más remedio, es lo que sabe hacer. Es como caminar. Es lo que hacemos. No nos regimos por momentos.
- Gira: 17 de mayo en Valencia, 18 en Murcia, 31 en Madrid, 1 de junio en Valladolid, 28 en Guadalajara y 29 en San Sebastián.
Fuente: hoyesarte.com