Andrea Camilleri, Umberto Eco y Alessandro Baricco escriben para niños
Por Mónica Maristain
“Sucedió todo hace muchos años, en una ciudad hermosa y llena de luz, en el sur de España. Eran tiempos en que los hombres paseaban con espada, la gente iba a caballo y las casas se iluminaban con velas. No había aviones ni ordenadores, para que nos hagamos una idea”, así cuenta el escritor italiano Alessandro Baricco la historia de Don Juan.
“Vida alocada y muerte valerosa de un hombre que amaba demasiado a las mujeres como para conformarse sólo con una”, apunta con su habitual ironía y sentido del humor el autor de Seda y Océano Mar, entre otros títulos, para narrarle a los lectores pequeños el cuento que le contaron Tirso de Molina, Molière, Lorenzo da Ponte y Wolfgang Amadeus Mozart, a quienes agradece en la contraportada.
“Érase una vez…¡Un rey!, dirán enseguida los pequeños lectores aficionados a los cuentos. Pues no señor, esa es la manera de empezar Pinocho, que es un cuento muy bonito mientras que lo que vamos a contar es una historia casi auténtica.
Digo “Casi” porque quien la contó, el señor Alessandro, un noble milanés de hace unos doscientos años, con una buena cara de caballo tristón, sostiene que se la encontró en unos papeluchos que hoy tendrían unos cuatrocientos años, por lo menos, dado que la historia se desarrolla en mil seiscientos y pico”.
De este modo el filósofo y escritor Umberto Eco cuenta Los novios, la tradicional historia de Alessandro Manzoni. Los novios es considerada la mejor novela italiana del siglo XIX. Narra la historia de dos novios campesinos, impedidos de casarse por orden del señor feudal. Constituye un tratado sobre la fe, escrita en dialecto toscano y ambientada en el siglo XVII.
“Ésta es una historia de una nariz que, desaparecida inexplicablemente de la cara de su legítimo propietario, adquirió una vida propia, absolutamente autónoma. ¡Qué disparate!, diréis. ¡Pues no! Fijaos en que la literatura está repleta de hechos como éste”, dice el famoso escritor de novela negra italiana, el popularísimo Andrea Camilleri.
Le tocó narrar el cuento “La nariz”, de Nikolái Gógol, una tarea que eligió hacer “por pereza”, pero que luego se le complicó como en el juego del Mah Jong. “El relato está tan concentrado que basta con que muevas una sola ficha para que todo se complique”, admite.
EL PROYECTO DE SCUOLA HOLDEN
Los tres títulos citados corresponden a un proyecto tan vivaz como elocuente por parte de un escritor que vive haciendo cosas en paralelo a su propia obra. Baricco, al cuidado de la Scuola Holden de Turín, la ciudad donde nació hace 55 años, ideó esta colección Save the story, editada por Anagrama.
No se trata de esos libros a que el sello nos tiene acostumbrados: la portada color crema y la ilustración al centro, en un cuadrado acotado precediendo al nombre del autor. Esta vez son volúmenes con tamaño carta (tal vez un poco menos) ilustrados y coloridos, cuyo objetivo es salvar a los clásicos del olvido.
Los autores –se suman a los ya citados, Stefano Benni, Abraham Yehoshúa, Yiyun Li, Ali Smith y Jonathan Coe- seleccionan las escenas más emocionantes y significativas de los libros elegidos y las interpretan con un lenguaje contemporáneo.
“Un objetivo básico es acercar los clásicos a las nuevas generaciones, pero es un proyecto pensado para toda la familia: para el lector culto, para uno más perezoso, y sobre todo para que los padres lean el libro a los niños a partir de seis años”, dice el boletín de prensa de la editorial.
“Y con la idea, quizá un poco loca, quizá sensata, de contar a los niños del Tercer Milenio, empachados de televisión, Internet y videojuegos, las historias que han fascinado a nuestros bisabuelos”, agrega.
La colección, ilustrada por artistas de gran talento, tiene un enorme éxito en Italia, al punto de que Baricco ha fichado recientemente al Nobel Mario Vargas Llosa, quien firmará La cruzada de los niños, de Marcel Schwob
“No es un gran clásico, pero sí una historia muy bella en la que todos los niños se pierden en la nada”, comentó el escritor de Turín al periódico español El País.
“Los clásicos no han sido escritos para niños. Son historias maravillosas que de pequeño no puedes leer. Y alguien tiene que contárselas, escribirlas de nuevo, porque sus autores ya no están
“Se las puede acortar, usar un vocabulario más simple… pero eso no funciona. La idea de Save the Story es que, en vez de tu padre o tu abuelo, sea otra persona la que te cuente esa historia, aunque cometa errores porque no la recuerde exactamente. Tú buscas en esta historia el amor de tu padre, que te mira con los ojos grandes mientras la narra. La historia pasa a ser parte de ti y luego tienes toda la vida para ir al teatro y ver Don Juan o para leer Los novios”, dijo.
Fuente: Sin Embargo