El ruido de barcos agobia a los cangrejos
Un nuevo estudio indica que el ruido de barcos afecta de modo perjudicial al metabolismo de los cangrejos, siendo peor para los más grandes. En la investigación también se ha encontrado poca evidencia de que los cangrejos se adapten con el paso del tiempo al ruido.
El equipo, de las universidades de Bristol y Exeter, en el Reino Unido, encontró que los cangrejos expuestos a grabaciones de ruido de barcos exhibieron un aumento en la tasa metabólica, lo cual indica un mayor nivel de estrés. Fuera del laboratorio, esta situación podría tener una gran trascendencia para el crecimiento de los cangrejos, y, si el costo metabólico del ruido lo hace pasar más tiempo buscando comida, también podría aumentar su riesgo de convertirse en víctimas de los depredadores.
El equipo de Matt Wale y Andy Radford, de la Universidad de Bristol, y Steve Simpson, de la de Exeter, se valió de experimentos diseñados para analizar cómo cangrejos de una especie común, de tamaños diferentes, responden tanto a una sola exposición como a la exposición repetida al ruido de barcos.
El sonido de los barcos es la fuente más común de ruido en el entorno acuático.
El hecho de que en la investigación se haya constatado que los ejemplares más grandes eran los más afectados indica que podría haber respuestas distintas al ruido en función del tamaño de un individuo, una noción que hasta ahora no se había tenido en cuenta.
Si los cangrejos y otros crustáceos que sirven de alimento para humanos o tienen importancia comercial por otras razones, se ven afectados negativamente por el ruido, esto implica que la pesca en zonas muy transitadas por barcos podría estar siendo perjudicada indirectamente por el ruido del tráfico marítimo. Asimismo, si reducir el ruido reduce los costos metabólicos, entonces mitigar los niveles de ruido en los viveros de crustáceos podría dar lugar a rendimientos mayores.
Fuente: noticiasdelaciencia.com