Goyo Jiménez presenta su último espectáculo “Al fin solos” en Santander
El próximo domingo día 24 y dentro del ciclo +Palacio, el monologuista Goyo Jiménez presentará su último espectáculo “Al fin solos” en la sala Argenta a las 19:00 horas.
Goyo Jiménez es un creador artístico conocido por colaborar en diferentes programas de televisión, pero, sobre todo, gracias a su faceta como cómico o monologuista de stand up comedy. Acumula una vasta trayectoria profesional, académica y personal.
Goyo Jiménez llega para presentar su nuevo espectáculo, inédito en televisión, y titulado Al fin solo. El considerado por público y crítica como mejor monologuista cómico del país, deleitará al público con su sorprendente, mordaz y desternillante visión de las relaciones humanas. Con la excusa de una pretendida y reciente separación sentimental, de haberse quedado sumergido en un estado de soledad absoluta, Goyo repasa en Al fin solo los porqués del fracaso del individuo occidental heterosexual a la hora de relacionarse entre sí, como por ejemplo el exceso de culturalidad, que nos ha confundido, alejándonos de nuestro lado natural: “Nos hemos olvidado de que somos, en gran medida, animales; con deseos, inquietudes y comportamientos básicos propios de esa sustancia animal, y que van a influir notablemente en nuestra forma de relacionarnos con los otros”. De modo qe se puede entender Al fin solo como un cuaderno de campo, un manual de supervivencia con el que orientarse en esa jungla que llamamos vida moderna.
Todo ello con la barroca y exhaustiva forma de puesta en escena de Goyo Jiménez, quien explota de nuevo en este espectáculo todos sus recursos expresivos de cuerpo y voz al servicio de la diversión y la transmisión de emociones y sensaciones, de forma detallista y virtuosa. Es esta particular forma de construir sus one man shows, precisamente, la que le ha valido el reconocimiento de crítica y público: Habitual del programa El Club de la Comedia, Goyo fue elegido como Mejor Monologuista por las audiencias de la serie, cuenta con cerca de 200.000 seguidores en Twitter, y los extractos situados de su anterior espectáculo Aiguantulivinamerica, colgados en Youtube, han recibido más de seis millones de visitas. Con sus actuaciones en directo ha superado largamente la cifra de 300.000 espectadores, y en los tres años que lleva actuando en el Teatro La Chocita, en la Gran Vía de Madrid, no ha dejado de colgar el cartel de “entradas agotadas” cada semana.
A modo de sinopsis: El porqué de Al fin solo
Llega un momento en la vida de todo ser humano en el que, hasta un hombre tan sociable como mi menda, se descubre sumergido en un estado de absoluta, profunda soledad. Si este suceso tiene lugar, además, en los tiempos que corren (crisis), habiendo alcanzado la intimidante edad de cuarenta primaveras (más crisis), y encima por causa de un abandono sentimental (crisis nerviosa), el descubrimiento hace honor a su nombre, dando en provocar un proceso de revelación casi iniciática. O, lo que es lo mismo: Puedo asegurar que, en la enésima ocasión en que te descubres solo, asomándote al viaducto de Segovia, entregado a la científica tarea de calcular la correspondencia de los factores espacio, aceleración y cociente de rozamiento del aire de los cuerpos en descenso, se adquiere plena consciencia de la imperante necesidad que tenemos los unos de los otros, y, sobre todo, de la escasa disposición que tienen los otros hacia uno. Porque ya no es solo que te haya dejado ella. Es que te han dejado todos, hastiados de tus constantes quejas, de tus incesantes lamentos, y tus reiterados ayes: “¡Ay, si no hubiese hecho esto! ¡Ay, si hubiese hecho lo otro! ¡Ay, si no hubiese estado todo el rato diciendo ay..!
– ¡Ay, qué alto está el viaducto!
Pero también puedo asegurar que, al menos en mi caso, esa misma enumeración de errores vía perorata lastimera y cansina, se torna reveladora de los motivos, razones o sinrazones que te han llevado al penoso estado del que te quejas. Y te permiten entrever que ahí tienes miga, mucha miga. La miga con la que conformar la hogaza de pan que es un nuevo espectáculo. Uno muy gracioso. Y bonito. Y limpio. Un espectáculo que gustará a mujeres y hombres, de todo género y condición, jóvenes, mayores, de media edad, altos o bajos, gordos o flacos, honestos o presuntos, con más o menos pelo… Un espectáculo que no solo aspire a ser la mayor ración de carcajadas que se pueda llevar un espectador en un solo viaje, sino que, al mismo tiempo te deje una buena digestión. Reconciliado contigo mismo, podrás quedarte solo, sin miedo, y decirte: “Manolo, tampoco es para tanto”. En el caso, claro está, de que te llames Manolo. Era un suponer. Si te llamas Antonio, sería Antonio.
Y cuando eso sucede se te pone una sonrisa de oreja a oreja, porque te das cuenta de que tienes un mensaje transcendental que transmitir, y que da para un espectáculo con el que, como poco, puedas superar, al menos, una de las tres crisis en las que estás metido: Y algo es algo.
En fin… Dicen que la soledad es mala consejera. Yo no lo tengo tan claro. A mí me ha dado para crear este show. Disfrutadlo. Yo lo hago