Kimi Raikkonen, el regreso del hombre de hielo
Por: Ana M. Badía
Es una de las piezas más codiciadas de la actual parrilla de Fórmula 1, y es que la brillantez de Kimi Raikkonen al volante le convierte en uno de los hombres a batir en el campeonato mundial.
El finlandés ha regresado al paddock a lo grande, ya que su paso por el mundial de rallies no parece haber afectado lo más mínimo a su conducción, sino todo lo contrario. Al “hombre de hielo” tan solo le han bastado unas cuantas vueltas de entrenamiento para liderar la máxima categoría del automovilismo.
Con un equipo menor, el Lotus-Renault, y un presupuesto lejos de los grandes, Raikkonen fue el primero en cruzar la meta en el Gran Premio de Australia, demostrando que en su regreso no hay medias tintas, al menos en lo que al volante se refiere.
No es amigo de los focos, no le gustan las promociones y odia ser el centro de atención lejos de la pista, Raikkonen incluso incumple su contrato haciendo motocross o snowboard con sus amigos, pero eso su nuevo equipo ya lo sabía, y es más no le importa, porque Kimi, ya mira por el retrovisor a Vettel y Alonso, y lo hace con un tiempo y una seguridad que asusta. Aunque solo se ha disputado una carrera, la Fórmula 1 parece ser cosa de tres este nuevo curso.
Pero su brillantez no asombra, ya que desde sus comienzos, el nórdico sorprendió por su talento y rapidez en los mandos.
Sauber, primera oportunidad en la F1
Tan solo había disputado 23 carreras y ni siquiera había pasado por la Fórmula 3, sin embargo, ello no pareció importarle a Peter Sauber, que quedó prendado del talento del finés y decidió ficharlo como plan de futuro, en apenas unos años el piloto sería uno de los reclamos de la parrilla, él era un negocio seguro.
Así pues, en 2001 Raikkonen se hizo con licencia y monoplaza para el que sería su primer campeonato mundial. En su primera carrera, en el Gran Premio de Australia, el finlandés quedó sexto, entrando en el selecto club de pilotos que lograban puntuar en su debut, como Alain Prost.
Su actuación en dicho mundial, le valió a Sauber para lograr la cuarta plaza en el campeonato de constructores, y a Kimi para terminar con nueve puntos en un debut soñado que llamó la atención de McLaren, escudería que se haría con sus servicios para el año próximo. El finés fue el elegido para sustituir a su compatriota y doble campeón Mika Hakkinen.
Sus años en Mclaren fuero de lo más inestables. Pasando de luchar por el título, Kimi quedó subcampeón en 2003 y 2005, perdiendo el título ante Michael Schumacher y Fernando Alonso respectivamente, a hacer una temporada más que mediocre, con numerosos problemas técnicos y retiros que le alejaban carrera tras carrera del pódium.
Finalmente en 2007 la escudería decidió fichar a Alonso como plan de futuro, lo que dejaba a Raikkonen en el mercado. Ferrari entonces se haría con los servicios del nórdico para hacerle campeón en su primer año en el cavallino.
Campeón en 2007
En su primer año con Ferrari, Raikkonen logró subir al primer cajón del pódium. Fue una temporada intensa, luchada con McLaren y sus líos entre Alonso y Hamilton, y fue precisamente ello, la guerra interna de la escudería británica, la que le abrió las puertas de la victoria en el último Gran Premio del año.
En Brasil, Kimi se hizo con una primera plaza que valió el campeonato. Con Alonso tercero y Hamilton séptimo, el piloto de Ferrari logró la victoria en el mundial con 110 puntos, uno más que sus rivales de McLaren.
2007 fue su mejor temporada. Un debut recordado por romper récords y hacer historia, la consecución del campeonato y seis grandes premios, que le sirvieron para superar la marca de Alan Prost establecida en cinco en 1990.
Tras ello, sus años en la escudería del Cavallino serían más que discretos. Los problemas técnicos y sus fallos al volante le desterraron como segundo piloto, bajo el poder de Felipe Massa, en 2009, año tras el que perdería el volante a favor de Fernando Alonso y daría su salto al mundial de Rallies.
“El hombre de hielo” dejaba así la Fórmula 1, sustituyendo el elegante paddock de la disciplina por el barro del mundial de rallies, por deleitarse con carreras acompañado y en circuito abierto. En dichos años, el piloto disfrutó, pero nunca logró una victoria de renombre, su mejor posición fue un quinto puesto.
Tras dos años de retiro, Raikkonen volvería a la Fórmula 1 de la mano de Lotus-Renault, un equipo pequeño dispuesto no solo a darle una segunda oportunidad en la categoría, sino también a construir un equipo a su gusto. 2012 fue una prueba, un año para aprender y divertirse de nuevo a mandos de un monoplaza. 2013, es el año de la verdad.
Regreso al monoplaza
Tan solo una carrera le ha valido a Raikkonen para demostrar que su talento sigue tan intacto como su carácter, introvertido, sincero, indisciplinado e incluso extravagante.
En sus 12 años en el mundo del motor, numerosas historias han circulado en torno a este piloto de pocas palabras, que siempre hace lo que quiere, a pesar de que su contrato se lo prohíba. Poco importa, ya que Raikkonen es un seguro tanto dentro de la pista como fuera de ella, donde es capaz de llamar la atención de patrocinadores como Coca-Cola.
En su segunda oportunidad en la Fórmula 1, Kimi se está divirtiendo más que nunca. “En Lotus me siento más relajado, pese a hacer lo mismo que en Ferrari”, declaró hace unos días, y es que su palmarés le ofrece un privilegio al que en pocas escuderías lograría acceder.
Él hace lo que le viene en gana, rompe su contrato haciendo motocrós con los amigos, no emplea simuladores en carrera, prefiere carritos de golf para conocer el circuito y se marcha de reuniones decisivas con sus ingenieros, sin embargo ello no le impide hacer bien su trabajo.
De todas las formaciones, Lotus fue la que menos rodó este invierno, no obstante eso no ha sido ningún inconveniente, ya que en Australia Kimi fue el primero en ver la bandera a cuadros.
En su regreso a la F1, Raikkonen acumula dos victorias, contando la del pasado curso en Abu-Dabi, y está cerca de igualar el récord absoluto de carreras puntuadas de manera consecutiva, establecido en 24, por Michael Schumacher.
El finés está de vuelta y aunque aún es pronto para determinar con precisión si su monoplaza será un rival a batir, lo cierto es que el campeonato tendrá un nuevo aliciente con el “hombre de hielo”, un piloto que habla solo y exclusivamente sobre la pista.