¿Sabías que…? La minuciosidad de Riefenstahl
Por Tamara Moya
Olympia (Leni Riefenstahl, 1936) fue el primer largometraje de la Historia sobre unos juegos olímpicos. El documental deja testimonio de las Olimpiadas del año 1936 en Berlín. Después del éxito de El triunfo de la voluntad (1935), Leni Riefenstahl propuso a la productora alemana UFA este nuevo proyecto, pero ésta se mostró bastante dudosa a la hora de aceptarlo, ya que hasta ese momento unos juegos olímpicos no habían sido objeto de una película, únicamente de algunos noticiarios. Tras el rechazo por parte de la UFA, la directora alemana presentó el proyecto a Tobis, una compañía de menor alcance que la anterior, quien finalmente aceptó la financiación del filme.
Para el rodaje, Riefenstahl colocó seis cámaras en distintas posiciones del estadio. Pero, además, dispuso muchas otras repartidas en torno a las graderías. Incluso, llegó a excavar fosos junto a las zonas de salto, e instaló carriles para las cámaras a lo largo de las pistas de carrera y torres para poder captar desde una mayor altura los saltos de trampolín. El último de los grandes detalles fue el envío a las alturas de cámaras automáticas mediante globos, los cuales iban acompañados de unas instrucciones para que quienes las encontrasen las entregaran después a la directora.