Conclusiones provisionales sobre el objeto cósmico caído en Rusia
Según análisis preliminares, este meteorito no está relacionado con el asteroide 2012 DA14, el cual pasó muy cerca de la Tierra casi al mismo tiempo. Dicho asteroide se aproximó a la superficie terrestre hasta una altitud menor que la de los satélites artificiales en órbita geoestacionaria, como suelen ser los de telecomunicaciones.
Nuevos datos procedentes de una red internacional de sensores han permitido a los científicos refinar sus estimaciones sobre el tamaño del objeto que entró en la atmósfera y se deshizo en los cielos de Chelyabinsk, Rusia, a las 7:20:26 p.m. PST, ó 10:20:26 p.m. EST, del 14 de febrero (3:20:26 UTC del 15 de febrero).
Al parecer, el meteorito penetró en la atmósfera a una velocidad aproximada de 18 kilómetros por segundo (unos 65.000 kilómetros por hora, o cerca de 40.000 millas por hora). En su descenso, llegó a verse más brillante que el Sol, desde la superficie de la zona que sobrevoló. Su estela fue visible durante medio minuto aproximadamente.
El tamaño del objeto antes de entrar en la atmósfera de la Tierra fue estimado en unos 15 metros (49 pies), pero en el momento de escribir estas líneas se le calcula un tamaño mayor, unos 17 metros (55 pies). Su masa fue estimada en unas 7.000 toneladas, pero ahora se le calculan 10.000. En un primer momento, la energía liberada por el meteorito al caer y deshacerse se calculó en unos 30 kilotones, pero ahora se considera que fue de cerca de 500 kilotones. En comparación, una explosión como la de la bomba atómica arrojada en Hiroshima está en la escala de entre los 15 y los 20 kilotones.
Estas recientes estimaciones sobre el meteorito han sido hechas usando nuevos datos procedentes de cinco estaciones adicionales de captación de infrasonidos ubicadas en diversas partes del mundo. El primer registro del evento se hizo en Alaska, a unos 6.500 kilómetros de Chelyabinsk. Los datos infrasónicos indican que el fenómeno, desde que el meteorito entró en la atmósfera, hasta que se deshizo en el aire, duró 32 segundos y medio. Los cálculos usando los datos infrasónicos han sido realizados por Peter Brown de la Universidad del Oeste de Ontario, en Canadá.
Brown es un experto en la materia. Él y sus colaboradores hicieron en su día un análisis de probabilidades de caída de distintos tipos de meteoritos, que puede considerarse pionero en muchos aspectos.
«Cabe esperar que un suceso de esta magnitud ocurra sólo una vez cada cien años, en promedio», valora Paul Chodas del Programa de Objetos Próximos a la Tierra (NEOs por sus siglas en inglés), dependiente del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, en Pasadena, California.
También, tal como sugiere Chodas, cuando se genera una bola de fuego de este tamaño, cabe esperar que una cantidad elevada de fragmentos del meteorito original haya alcanzado la superficie, y en este caso algunos de estos proyectiles debieron ser bastante grandes.
La trayectoria del meteorito de Rusia fue significativamente distinta de la trayectoria seguida por el asteroide 2012 DA14, que horas después alcanzó su máximo punto de acercamiento a la Tierra. Es por esto que se les considera objetos sin relación entre ellos.
El meteorito caído en Rusia es el mayor de su tipo del que se tenga conocimiento desde 1908, cuando un objeto cósmico arrasó una amplia zona en Tunguska, Siberia. Pese a haber transcurrido ya un siglo desde aquella catástrofe, todavía hay aspectos no aclarados de la misma, y siguen surgiendo nuevos estudios que presentan datos inéditos o hipótesis alternativas, o que refutan las conclusiones de investigaciones previas.
Se cree que hay alrededor de medio millón de asteroides del tamaño de 2012 DA14 que pasan por las inmediaciones de la Tierra. De ellos, menos de un 1 por ciento han sido descubiertos. Los objetos más pequeños, como el meteorito caído en Rusia, son aún más difíciles de detectar. No es raro descubrirlos sólo cuando caen a la Tierra.
El asteroide 2012 DA14 fue descubierto mediante la LSSS (La Sagra Sky Survey), del Observatorio Astronómico de Mallorca, España, el 23 de febrero de 2012. En su reciente aproximación, el asteroide ha permanecido unas 30 horas dentro del sistema Tierra-Luna.
Si se confirma definitivamente que el nuevo meteorito caído en Rusia no tiene nada que ver con el asteroide 2012 DA14, estaremos ante una casualidad, o sea una inquietante demostración de lo que puede lograr el azar aplicado a los cuerpos menores que circulan por el vecindario interplanetario de la Tierra. El temor a que el azar convierta en realidad lo muy improbable, como el impacto de un objeto mayor contra la superficie terrestre, puede verse reforzado ante sucesos como la caída del meteorito acompañada de la incursión orbital del asteroide, y probablemente la opinión pública sea ahora más partidaria de que se destinen recursos a vigilar los cielos y a desarrollar sistemas de protección activa contra esos proyectiles cósmicos.
Fuente: noticiasdelaciencia.com