El juicio de la Operación Puerto no quiere conocer la verdad
Por: David Carabias
En estos días se está procediendo al juicio por la llamada Operación Puerto, quizá la trama de dopaje más grande nunca conocida en territorio español. Pero más que para aclarar la situación, el juicio está sirviendo para arrojar más sombras sobre las prácticas de dopaje, ya no solo en el atletismo y el ciclismo, sino en muchos más deportes, y a ello está contribuyendo ampliamente la actitud de la jueza, Julia Patricia Santamaría, quien en varias ocasiones no ha permitido al principal acusado, Eufemiano Fuentes, desvelar todos los nombres de los implicados.
“Podría identificar todos los códigos de las bolsas de sangre” llego a decir Eufemiano en una de sus primeras intervenciones, y entonces la expectación fue máxima, porque la sospecha de que no solo ciclismo y atletismo están implicados es ya una realidad, pero tan valiente proposición encontró un “no es necesario” por respuesta, ante la perplejidad de todo el mundo del deporte.
Si este no querer llegar hasta el final responde a una intención oculta de vayan ustedes a saber quién por tapar posibles casos que conmocionarían el mundo e implicarían a deportes hasta ahora intocables, o tan solo es centrarse en el juicio, recordemos que la imputación es por delito a la salud pública (es decir, por si el doctor Eufemiano Fuentes actuaba correctamente en los procedimientos médicos o no), solo lo sabrá la magistrada, pero sorprende conocer como miembros de la justicia no desean conocer todos los hechos que se juzgan.
Y tal es así, porque en otro de los pasajes de la intervención del acusado, este decía “he tratado ciclistas, atletas, tenistas, futbolistas…” y cuando se pronuncian las palabras doping, Operación Puerto, EPO, transfusiones, en la mente de todos se dibuja un ciclista sufriendo en las duras rampas de algún puerto, para acabar concluyendo que sin “ayudas externas” no sería posible. Queda claro que no solo se dopan los ciclistas, pero ¿Es el ciclismo el deporte con más positivos por doping?
Si atendemos a los datos ofrecidos por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA son sus siglas en inglés), podemos observar que en el año 2011 el porcentaje de positivos en el ciclismo fue del 1,6% y en el atletismo, el otro deporte señalado, del 0,9%, datos que al ser contrastados con otros deportes resultan no ser como esperamos. El deporte con mayor porcentaje de positivos son las lanchas acuáticas, con un 6,1% (casi 4 veces superior al ciclismo) y entre los deporte olímpicos, el curling tiene el dudoso honor de ser el primero, con un 3,4%. Los fríos datos dejan entrever que el trato recibido por ciclistas y atletas no es justo.
Y que pasa con el fútbol, en la sabiduría popular se ha instaurado la coletilla de que los futbolistas no necesitan doparse, porque solo compiten 90 minutos y cada tres días, pero ¿se está buscando el doping en el fútbol al mismo nivel que en el ciclismo? La respuesta nos la han dado John Fahey y David Howman, presidente y director general de la WADA respectivamente, quienes han concluido que “en el fútbol no se hace todo lo posible por detectar la EPO”.
Incluso indagando un poco más, es frecuente alabar la valentía de un jugador que estando lesionado accede a infiltrarse para poder jugar, algo que en el mundo del ciclismo supone dar positivo en los controles antidoping. La conclusión parece clara, ciclismo y atletismo son los deportes más señalados en el doping, pero son en los que más controles se realizan y, sin embargo, no son los que tiene peores datos, lo que para un atleta está prohibido los futbolistas se vanaglorian de hacer.
Esta fama de deportes sucios, ganada a pulso por la relevancia de los casos encontrados (Lance Armstrong el más reciente), parece situar a estas dos disciplinas a los pies de los caballos, pero quizá si se llegase hasta el final en el juicio, si en todos los deportes se persiguiera a los tramposos como se hace con ciclistas y atletas, nos sorprendería descubrir que ni los limpios son tan limpios ni los sucios tan sucios.