Los guerreros de Rapa Nui: El Tapati.
Por Noemí Maza
El festival es una oportunidad para transmitir a la generación joven las tradiciones ancestrales. El dialecto rapanui se da en las escuelas y a veces se usa en el día a día. Solamente la mitad de 6700 habitantes son originarios de la isla, los demás vienen de Chile. Un movimiento independentista reclama claramente sus demandas.
Durante 2 semanas el pueblo se reencuentra con todos sus deportes y actividades ancestrales:
- El TAKONA, concurso de pinturas corporales. Requiere una larga preparación detrás del escenario. En un casi religioso silencio y en la oscuridad, se le prepara al guerrero minuciosamente y cuando está listo sale al escenario a contar historias de las hazañas de sus ancestros describiendo ante la comunidad el significado de cada pintura.
- El RIU, cantos rituakes que narran las historias y leyendas épicas y gloriosas que ha vivido a lo largo de los años el pueblo rapa nui.
- El HOKO HAKA OPO, competencia entre grupos musicales que representan a las respectivas alianzas y en la cual intepretan temas en forma alternada con los grupos rivales, sin repetir ni equivocar las letras.
- El HAKA PEI o deslizamiento en troncos de plátanos en el Maunga Pui en un pendiente a 45º con una velocidad de 70 a 80km/h , sin protección en el cuerpo. Competición única en el mundo. Es la más peligrosa: los novicios están obligados a rezar una oración el día antes. Después de adornarse con ilustraciones tribales, los participantes suben a la cima del volcán Maunga Pu’i para prepararse para el descenso. El principal objetivo es llegar sano y salvo al pie del volcán, y es que no son raros los accidentes en esos 10 segundos que dura el descenso.
- El PORA natación con flotadores de totora sobre una distancia de 1500m.
- El TAU’A RAPA NUI, especie de triatlón remando con bote de totora, carrera con 15 kilos de plátanos al hombro, y natación sobre pora en el cráter de Rano Raraku.
- El TINGI TINGI MAHUTE, tejido realizado machucando la corteza del árbol de morera.
- El VAKA TUAI donde deben recrear una embarcación tradicional polinésica, destinada a la navegación de la candidata a reina.
Así que los concursantes bailan, cantan, surfean, nadan, tiran lanzas (las cuales tienen que clavarlas en los troncos de los árboles bananeros que están a 20 metros de distancia), esculpen, levantan rocas (donde las mujeres también toman parte), y bogan a lo largo de la costa Hanga Roa.
Los atletas a veces ofrecen bailes a los turistas en Hanga Roa e incluso participan en un calendario sexy, que tiene mucho éxito entre las turistas.
Otro de los eventos es presentar exquisitos y tradicionales manjares a los jueces. Un ejemplo es el Ceviche, una especialidad de la Isla: pescado crudo en escabeche acompañado de tomates, cebollas y aguacates. Lo que vale es la apariencia… los jueces no prueban ni un bocado!
El Kai kai es uno de los eventos del Tapiti: una ancestral técnica que consiste en construir figuras geométricas con una cuerda que las manos hábiles del cuentacuentos transforma en complicadas formas que se desarrolla con a lo largo de la transmisión de la historia. A lo largo del siglo XX se recogieron cerca de 100 cantos diferentes, cada uno de ellos con figuras diferentes y de distinta complejidad. Si bien aún hay gente que conoce algunas, muchas se han perdido y han caído en el desuso, y las que quedan en algunos casos son incomprendidas por los actuales rapanui, por estar cantadas en el idioma antiguo.
En realidad, las figuras de cuerda o string-figures han existido desde la antigüedad y parece que su origen proviene del Extremo Oriente. Gente de diferentes culturas y civilizaciones han creado figuras de cuerda a lo largo de la historia, encontrándose figuras idénticas en zonas enormemente alejadas del planeta: en África, India, Nueva Zelanda, Nueva Caledonia, Nueva Guinea, Costa de Oro, Australia, Islas Marquesas y de la Sociedad, Fidji, Yoruba, Guayana Inglesa, Palau, Isla Sandwich (Hawai) y en toda América. En inglés se le denomina string figures o cat’s craddle; en francés, jeu de ficelle; en alemán es Fadenspiel ; en Hawai, he; en Japón, ayatori; en Nueva Zelanda, whi…
Así, hoy en día los niños y adultos de todo el mundo siguen jugando al “juego de la cuerda”, “al hilo” o a “hacer cunas”, haciendo figuras idénticas en épocas y culturas diferentes pero disfrutando de la misma manera: como niños.