Los churros, el mejor remedio contra la resaca
Lonely Planet ha reunido en el libro La mejor cocina callejera del mundo, un compendio hecho por viajeros de recetas para preparar en casa los mejores platos de la comida callejera del mundo. 100 recetas auténticas con instrucciones claras y sencillas para una perfecta elaboración. El libro ha sido escrito por expertos autores de todo el mundo, con una introducción de Tom Parker Bowles.
Y entre las múltiples sugerencias, figuran nuestros clásicos y queridos churros como un gran remedio contra las resacas, además de definirlo como una “combinación divina», si se toman acompañados de un buen chocolate espeso.
La publicación explica detalladamente sus orígenes en el pan frito que los antiguos pastores llevaban de reserva en el zurrón, su composición, así como diversas variantes internacionales basadas en este tradicional alimento español.
“El corazón de la cultura y la gastronomía de un país está en sus calles”
Viajar es también comer lo mejor de cada sitio (y sin sentarse a una mesa ni sacar los cubiertos). Porque el corazón de la cultura y la gastronomía de un país está en sus calles, entre vendedores de tacos y puestos de fideos, el aroma a humo de leña y el bullicio de los transeúntes.
A través de sus páginas,La mejor cocina callejera del mundo invita a viajar y a la vez comer lo mejor de cada sitio, “sin sentarse a una mesa ni sacar los cubiertos”, porque el corazón de la cultura y la gastronomía de un país está en sus calles, entre vendedores de tacos y puestos de fideos, el aroma a humo de leña y el bullicio de los transeúntes.
Delicias callejeras internacionales
Entre otras delicias callejeras internacionales recomendadas figuran el ‘falafel’, una croqueta de garbanzos que ha alimentado a los pueblos del Medio Oriente durante siglos; el ‘chivito al pan’ de Uruguay, un bocadillo rebosante de carne de la famosa ternera de este país; el ‘pastel de Belém’, una deliciosa tartaleta típica de Portugal o la ‘samsa’, una empanada rellena de cordero ligeramente especiado que desde hace siglos es uno de los tentempiés favoritos de las caravanas, los comerciantes de especias y los viajeros que recorren la Ruta de la Seda.
Fuente: Diario de Gastronomía