El corazón musical de México
Por Lydia Gil
“La música es el idioma universal de la humanidad”.
(Henry Longfellow Wadsworth, poeta)
Viajar a un país, a través de su música, nos permite conocer su gente y sus costumbres, y nos ayuda a entender tanto sus raíces como su evolución. Recorrer de norte a sur un territorio a través de la armonía de sus diferentes instrumentos te transporta hasta allá…Redescubrir las canciones, que generación tras generación se han ido heredando, con nuevos arreglos musicales, es adrenalina pura para el alma…
Hoy, con especial cariño, recuerdo los sonidos tan característicos de algunos de los estados de México: la Capital, con sus ritmos prehispánicos de tambores y caracolas que te conducen a sus pirámides y a sus danzas ancestrales; Oaxaca, con esos compases de aire místico que te hacen rememorar sus leyendas y delata el arraigo de la superstición en sus gentes; Chiapas con su marimba y sus paisajes, repletos de selva y de color; Veracruz, con el arpa y la jarana, que ayudan a crear ese ambiente de alegría tan característico de los jarochos; Nuevo León, con su acordeón y sus regiomontanos galantes; Sinaloa, con la trompeta, la tambora y su grandioso carnaval; y Jalisco, con el mariachi, un conjunto de 12 personas tocando la vihuela, la guitarra, el guitarrón, los violines y las trompetas, para formar el conjunto musical que ha dado la vuelta al mundo, convertiéndose en sello indiscutible de los mexicanos y que desde el año 2011 ha sido reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad
El repertorio musical de México es muy extenso y está impregnado de alegría, en sus huapangos y sones (La Bamba); de pasión, con sus letras surgidas del amor y del dolor (Cucurrucucú paloma); de tristeza, por las desventuras amorosas de un caballero hacia una bella dama (Cielo rojo); de amor, con sus versos que te arrancan lágrimas y provocan un acelere en tu corazón (Cielito Lindo); intensidad, con sus composiciones que buscan expresar el sentir del pueblo mexicano (México lindo y querido); de melancolía, con canciones que piden recapacitar y poder dar marcha atrás (Volver, volver); de integridad, con sus palabras que te invitan a no perderte en el camino (El Rey); de orgullo patrio, con bellas estrofas sobre los rincones de esta tierra mágica (El Viajero).
http://www.youtube.com/watch?v=8j-F7349Z3o&feature=youtu.be
Este gran legado musical, tiene como principal autor a José Alfredo Jiménez, considerado el mejor cantautor de música ranchera de todos los tiempos, y han sido grandes voces quienes han conseguido que la canción mexicana de la vuelta al mundo, siendo el más destacado intérprete, Vicente Fernández.
Sin duda alguna, la música mexicana es cómplice y aliada de los ciudadanos de esta tierra, una fiel acompañante a lo largo de su vida, y de su muerte… Y es que en este país, siempre hay motivos para celebrar y crear el escenario perfecto con el que disfrutar de unas buenas rancheras (serenatas, fiestas, espectáculos, festivales, eventos culturales, conciertos…) y por qué no, cantarlas al unísono.
http://www.youtube.com/watch?v=8j-F7349Z3o&feature=youtu.be
Estas líneas tan sólo representan un pequeño homenaje a la música ranchera, quizás el área cultural más conocida de México, y por tanto una de las piezas clave del gran mosaico artístico de esta gran nación.
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