Eslovenia en autocaravana

Partimos hacia Eslovenia desde Venecia después de visitar esta ciudad hasta mediodía.

195 km separan la ciudad de los canales y de Giacomo Casanova de las cuevas de Postojna, nuestro primer objetivo del país. 
Dejamos atrás 3 grandes ciudades italianas, Pisa, Florencia y Venecia para adentrarnos en la antigua Dalmacia.
Todo el recorrido lo hicimos por autopista, pagamos un peaje de 8,5€ en Italia y la famosa vigneta de Eslovenia que adquirimos por una semana y cuyo precio era de 15€. A pesar de que la vigneta de un mes cuesta 30€, no la compramos pues no estoy seguro de que regrese por este país. en caso de que lo hiciese compraría otra de una semana y al final habría pagado lo mismo.
La compramos en la primera gasolinera que hay pasado la frontera en la misma autopista, además de repostar más baratito, 1,38 el litro de diesel en Italia, 1,23€ en Eslovenia.
Estamos por fin en Eslovenia!!, el primer país de nuestro recorrido por los países de la antigua Yugoslavia. Os he hecho una guía útil para viajar por estos países.
Llegamos a Postojna a las 19:40 y aparcamos en el parking de AC de las cuevas, un sitio de lo más recomendable para pasar la noche (N 45 46.823.   E 14 12.210‘) . 


Las mismas coordenadas os sirven para encontrar el aparcamiento de turismos.
A menos de 2km en dirección al castillo de Predjama desde las cuevas os encontraréis el camping Pivka Jama, una buena opción si vais de camping si no tenéis autocaravana.
Nuestro aparcamiento de ACs es sencillo pero es una maravilla. Dormimos con los ACs de vecinos al ladito de la cueva y en una tranquilidad absoluta.



LAS CUEVAS DE POSTOJNA Y EL CASTILLO DE PREDJAMA

Vamos a afrontar nuestro primer highlight esloveno y lo hacemos tempranito.
Estamos en la entrada de las cuevas para la primera salida de las 9 de la mañana. Compramos el ticket combinado de las cuevas y el castillo de Predjama, (precio 27,90 los adultos y 16,7 los niños, total 90€).

La visita dura una hora y media (salen cada hora) y visitas 5 de los 20km que tiene la cueva, de los que 4 los haces en un trenecillo y el otro a pie.

Las cuevas son alucinantes, de las mejores que he visto.  Los veinte kilómetros de túneles y galerías la convierten en la cueva más grande de la región y la más visitada de Europa con 1 millón de visitas anuales.
Nada más entrar sentiréis el frío (10ºC) y os pondréis esa chaqueta que habréis traído aunque sea agosto.

Si no la lleváis todavía os queda pasar lo peor, pues montaremos en un trenecito eléctrico durante 3 kilómetros aproximadamente a través de las grutas. Es un medio de transporte cómodo teniendo en cuenta que para llegar a la zona que recorremos a pie se tenía que llegar andando y con antorchas a principio de siglo XX, así que no os quejéis por el frío.



 Una vez bajéis del tren os distribuirán por grupos según el idioma. Un consejo es que os pongáis en el grupo de italiano en vez del de inglés, ya que posiblemente vayáis solos con el guía.

En el recorrido por la cueva observaréis lo que en otras, es decir, estalactitas y estalagmitas, pero os sorprenderán las formas que adquieren y la amplitud de muchas estancias.


En las cuevas veréis el pez humano, Proteus anguinus, una especie de anguila dragón muy raro. 



También hay más bichos en las cuevas, concretamente 83 especies de animales, como arañas, langostas, mariposas, caracoles de agua, murciélagos, ratones, etc de los cuáles no vimos más que el proteo y algún murciélago.
Pero si lo queréis ver con tranquilidad o gratis, pues está fuera de las cuevas, lo podéis hacer en el Visitor Center.
Si las cuevas de Postojna son increíbles, algunos dicen que las cercanas de Skocjan son más espectaculares, por algo son Patrimonio de la Humanidad.

Salimos hacia el castillo de Predjama que está a 9 km de las cuevas y sigue el curso del río Pivka. 
El castillo de Predjama es una maravilla para la vista. 



Emplazado en la roca se asemeja más a un nido que a una fortaleza medieval. En su forma actual el castillo data del siglo 16, del renacimiento, pero algunas de las características de los siglos pasados en el castillo ​​aún sobreviven. Entre ellos se encuentra la sección que según la leyenda figuraba la vivienda de Erazem, o Erasmo, el ladrón caballero, una especie de Robin Hood esloveno.


La visita del interior del castillo creemos que merece la pena. El recorrido de estancias combinado con las cavidades de la roca es algo curioso y que no habíamos visto en ningún otro lugar. También bajo el castillo hay una cueva con muchos túneles y galerías que precisan equipo de espeleo.


El paisaje desde el castillo tampoco tiene desperdicio

A las 13 horas nos fuimos a la autopista, parando en un súper antes de entrar y comiendo de camino en un área.
después de recorrer 58 km llegamos al camping Liubljana resort. 
El camping Liubljana resort. (N 46 05.852′.  E 14 3.055′) tiene la fantástica posibilidad de entrar en la Laguna, que es una piscina con jacuzzis, chorros de agua y cascadas que van muy bien a estas alturas de viaje para quedarte como nuevo. La laguna no entra en el precio del camping pero sale a mitad.

día 5 del viaje (28 de junio)


VISITA DE LIUBLIANA

Nos disponemos a visitar Ljubljana fugazmente, en una mañana bien aprovechada.
El bus 6 o 11 con parada frente al camping te llevan a la ciudad. Es mejor sacar los tickets en el camping porque en el bus no te los venden, te costarán menos de un euro el trayecto i/v.
Bajamos cerca del centro y nos acercamos hasta la plaza principal, llamada Prešeren o Prešernov. Esta plaza debe su nombre al más grande poeta esloveno, France Prešeren (1800-1849). Uno de sus poemas «Zdravljica / Brindis» llegó a ser el himno nacional. Y por eso se alza en la plaza una estatua de él.

La plaza, muy italiana, está presidida por el color rojo de la fachada de la Iglesia franciscana o Franciškanska cerkev, construida entre 1646 y 1660, por los agustinos, que vivieron en el interior hasta el final del siglo XVIII. La iglesia me recuerda a Il Gesu, de Roma. 
Mirando el casco Viejo vemos el Puente Triple, que une los dos lados salvando el río Ljubljanica.
Este puente llamado Tromostovje, fue construido a partir del un viejo puente de piedra de 1842 y lo que hizo el gran arquitecto Plecnik es añadir dos laterales peatonales en 1931, de manera que ha quedado una curiosa y elegante manera de acceder al casco viejo. (N 46º 03.04´  E 14º 30.22´).
Este arquitecto hizo la mayor parte de su obra en esta ciudad, de manera que casi podemos hablar de la Ljubljana de Joze Plecnik pues transformó literalmente la ciudad en el primer tercio del siglo XX. A parte de este puente triple construyó otros dos, el de los Zapateros (Čevljarski most o Šuštarski most) y el de Trnovo (Trnovski most),  único puente de hormigón armado donde crecen árboles. Los tres puentes fueron parte de su proyecto de recuperar el río Ljubljanica para la ciudad. 
La población nos parece muy tranquila y relajante, pese a que hemos leído que es la ciudad de los estudiantes, la Salamanca eslovena. Quizá sea verdad y todos estén en clase, o de vacaciones, o durmiendo la resaca de la noche anterior, el caso es que estamos paseando por el centro con muy poca gente. Ljubljana se nos aparece muy rústica, en todo el buen sentido de la palabra.
Cruzamos hacia el casco viejo y la calle que lleva al ayuntamiento estaba casi desierta, desembocando en la plaza municipal o Mestni. Frente al ayuntamiento se encuentra uno de los monumentos más representativos de Ljubljana, la Fuente de los Tres ríos, una fuente con esculturas alegóricas de los tres ríos de Carniola: el río Sava (el más importante de la antigua Yugoslavia, nace en Eslovenia en el lago Bled y muere en Belgrado, en el Danubio), el Krka y el Ljubljanica. 
El ayuntamiento fue construido a principios del siglo XVIII, sobre uno anterior del siglo XV, lo que nos llamó más la atención fue el campanario con coloridos relojes en cada una de sus lados.
Visitamos la Catedral de San Nicolás, dedicada al patrón de los marineros, construida durante el siglo XIII aunque la iglesia contemporánea sea de 1701.

Continuamos hacia el mercado al aire libre de frutas y verduras, que está ubicado en la plaza Vodnik. Nos perdemos un rato en este tranquilo mercado, nadie grita ni se jacta de sus productos, tú deambulas y si te agrada la pinta de alguna fruta te paras y la compras. Tranquilo como Ljubljana.

Frente al monumento al poeta esloveno Vodnik en el lado montaña de la plaza hay un camino que lleva hacia la colina del castillo. En el lado del río de la plaza tenemos el mercado Plecnik (edificio) y el puente de los dragones.

puente de los Dragones

El puente de los dragones o Zmajski most, fue construido en 1901 y se considera uno de los símbolos de la ciudad, así que no os podéis ir sin una foto al lado de uno de los 4 dragones guardianes de sus vértices.
Del edificio del mercado Plecnik, bajando unas escaleras que van al río, tomamos un bote por el río Ljubljanica, un paseo que no os debéis perder, al ritmo de esta ciudad, es decir, de una paz y tranquilidad envidiable. Desde el río verás unas vistas diferentes de varios monumentos como los Tres puentes, el puente de los Zapateros y de los Dragones, la iglesia de los Franciscanos, la embajada española y el castillo, todos ellos desde la perspectiva fluvial.

río Ljubljanica

vistas de iglesia Franciscana y puente Triple

puente de los Zapateros

El paseo en barca duró una hora y costaba 8€ los adultos y 3 los niños, una actividad imprescindible en la visita de la ciudad.

De vuelta a la plaza Vodnik tomamos el camino al funicular para subir al castillo y vimos las vistas de toda la ciudad desde la cima de esta fortaleza.

castillo de Ljubljana

 
Retomamos el bus y volvemos pues no queremos pasarnos con la amabilidad de los del camping, ya que se ha de hacer el check out a las 12 y después de pedir si era posible hacerlo más tarde nos dijeron que a las 14:00. Finalmente nos vamos a las 16 horas tras comer, ducharnos y tomar un café con wifi en el bar, ya ves si nos pasamos dos pueblos.
Recorremos los 55 km que separan Ljubljana de Bled y nada mas llegar dejamos la autocaravana en un parking cerca del lago. (N 46 22.125′. E 14 06.709′ h 490 m).1€ la primera hora y medio las demás.


Cogemos una barca con remero que pese a salir por 12€ cada uno  ( tanto en guías como en el mismo barco ponen ese precio), el barquero nos lo deja por 30€ los 4 porque no nos veía muy convencidos y tenía la barca casi llena. 


Hubiera sido mejor la barca de remos sin el piloto, mucho mejor y además no tienes porque quedarte solo media hora en la isla, aunque el precio hubiera acabado siendo similar porque nos hubiéramos pegado 3 horitas de excursión en vez de la hora y media, ya que hubiésemos alargado mas el baño en la isla. 


Al llegar al parking donde pasamos la noche vimos que podíamos haber venido directos aquí en vez de ir al pueblo, pues el parking está al lado del camping Bled y tiene su propia playa así como de todo tipo de actividades entre ellas el alquiler de botes de remos. Además esta más cerca de la isla que desde el pueblo.
dormimos solos en el parking por 10 €, eso sí, sin ningún tipo de servicios, ni luz, ni agua ni ná. Las coordenadas del parking N 46 21.758′. E 14 04.829′ y el rincón del parking con fotos y más detalles aquí.
Día 6.   29 de junio 2011
Se levanta un día estupendo para hacer rafting, así que nos dirigimos a Bled y miramos las tres agencias que lo ofrecen. Nos quedamos con una que valía 28€ por persona pero los niños tenían un 20 % y además se podía pagar con visa, cosa que en las otras dos no se podía hacer (eso sí, añadiendo un 5 %), total 106,40€.
Teníamos que estar a las 10:30 en la agencia, disponíamos de tres cuartos de hora para subir al castillo y ver las vistas del lago desde lo alto desde un camino que sale al lado de la entrada. No entramos porque no teníamos tiempo y porque valía 8€ y estamos hartos de pagar por todo en este país. El castillo supongo que lo valdrá pues es el más antiguo de Eslovenia. Pero el atractivo que ofrece principalmente es la vista del lago, así que eso sí lo pudimos hacer al lado de tres chavales eslovenos que se estaban fumando un enorme canuto de marihuana. Lo bautizamos como el «Slovenian point«, un buen rincón para ahorrarse unos euros.

El rafting en el río Sava fue lo mejor que pudimos hacer ese día de sol radiante. Bajamos por las aguas gélidas de color azul verdoso del río Sava.

Y digo gélidas porque lo pudimos comprobar al poco de salir cuando el guía se acercó a la orilla y nos abandonó para esperarnos unos doscientos metros adelante y que pudiésemos dejar llevarnos por la corriente. Como no lo veíamos por lo sinuoso del río, creía que nunca íbamos a llegar, el agua estaba congelada y te dolía todo el cuerpo, parecía que nos estuviéramos bañando en el deshielo de un iceberg. El agua estaba a 10 grados.

Volvimos a la barca y continuamos descendiendo los 4 y el guía, sólo íbamos nosotros en el rafting.

 El descenso no es muy arriesgado, hay poquitas zonas con rápidos, diría que es un rafting light pero que nos fue muy bien para hacerlo con los niños, que disfrutaron como si bajaran por el Gran Cañón.

El paisaje era muy bonito y el recorrido por las aguas del Sava duró más de hora y media.

Durante el descenso hicimos un alto para tirarnos desde lo alto de un puente, a 7 metros de altura y 5 metros de profundidad en esa parte del río.

toda la familia se tiró

Después de comer nos vamos a visitar Blejski Vintgar o Bled Gorge, unas gargantas a 4 km de Bled que no hay que dejar de visitar si estas en la zona. La carretera es un poco estrecha para dos vehículos pero pasamos bien con la autocaravana, de hecho cuando llegamos al parking habían dos autocares. La entrada está en N 46 23.524 E 14 05.070 altura 587.

En un par de horas se pueden recorrer, llegando a la cascada que hay al final.

Aquí tenéis el vídeo de la visita a este pequeño cañón

La primera idea era marchar hacia Zagreb, pero decidimos pasar la noche en Bled, en el parking junto al camping, pues era muy tranquilo y barato.

Para pasar el resto de la tarde nos acercamos al lago Bohinj o Bohinsko Jezero, a unos 28 km de Bled.
Da gusto ver las carreteras de Eslovenia, losa márgenes sin papeles ni plásticos, los ríos transparentes y límpios.
Nos bañamos en una playita del lago, la playa de la cabra, en (N 46 16.626. E 13 53.077 a 530 m de altura). tenía un parking de coches que cabían autocaravanas ( 1 hora un euro, euro y medio la autocaravana, en este país todo se paga). El agua gélida pero no tanto como la del río de esta mañana.

volvimos a nuestro parking a pasar la noche.

Día 7.   Jueves 30 de junio.
Zagreb está a 203 km, todo por autopista, pero nos salimos en Kranj para ver la ciudad y acercarnos a la localidad medieval de Skofja Loca, a 10 km de la anterior.

Nos encontramos un accidente entre ambas poblaciones que cortaba la carretera y tras un rato de espera decidimos volver a la autopista y continuar a Zagreb pues entre una cosa y otra se estaba haciendo tarde.
Tomamos la autopista A2 hacia la frontera, llenando el depósito de gasolina antes de cruzarla porque la gasolina está igual de precio en ambos países pero en Eslovenia se paga en euros y así nos ahorramos el cambio de moneda.
Una cosa que nos gustó de las autopistas eslovenas y de algunas croatas es esta señal para no entrar a la autopista en contra dirección, queda clara, Verdad!!

pasamos la frontera a las 13:40.

CONTINUARÁ EN CROACIA

  

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