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EL PORT DE LA SELVA


Al llegar al pueblo te encuentras un gran parking a mano izquierda vetado a vehículos de más de 2, 2m y el parking que teníamos de coordenadas estaba lleno pues era muy pequeño. Al llegar al pueblo anunciaba un parking cogiendo la carretera hacia Cadaqués. Era bastante grande aunque las plazas eran para turismos. Finalmente aparcamos, no sin problemas pues como estaban recogiendo los camiones el mercado que se hacía hasta las 14:00, uno de estos señores tenía el camión medio bloqueando el paso. Yo me lo encontré al girar y esperé a que recogiera lo que parecía un toldo. Vi que se aproximaba a la cabina y en vez de entrar, para mi sorpresa, cerró el camión e hizo ademán de marchar. Yo le pité y empezó el follón. Decía que era mercado pero la señal prohibía el aparcamiento hasta las 14:00 horas y ya eran las 15:00. En fin, un subnormal que no respeta las autocaravanas, pues definitivamente creo que ese era su problema. Finalmente entró en razones y apartó el vehículo.

El Port de la Selva es una pequeña población de antiguas casas de pescadores que pese a ser un importante destino turístico conserva su romántico encanto. Sus calles de casas blancas y su iglesia de Santa María de les Neus son las principales atracciones, junto al pequeño puerto pesquero y su vista de la bahía al lado este. El Port de la Selva nos ofrece tranquilos paseos, se puede pasear por la orilla del mar, por el puerto, el Club Náutico y continuando por el camino de ronda, siguiendo la dirección hacia Llançà.

La iglesia de Santa María de les Neus, de época barroca, posee una escultura gótica proveniente del Monasterio de Sant Pere de Rodes. La fachada es parca en decoraciones, blanca y con una torre campanario con reloj. Está muy cerca de la playa, que es amplia y va desde el puerto hacia las afueras del pueblo. Desde ella se divisa en lo alto de la montaña el castillo de Sant Salvador de Verdera.

Un pequeño poste nos recuerda que estamos en uno de los caminos a Santiago de Compostela y que el pueblo y su monasterio son lugar de peregrinaje.



LLANÇÀ


Retrocedimos en nuestro recorrido los poquitos kilómetros que separan el Port de la Selva de LLançà y aparcamos en la entrada del pueblo, en el aparcamiento del pequeño supermercado Valvi frente a la iglesia. Como eran ya casi las cinco de la tarde pensamos en visitar el pueblo y quedarnos a dormir en el sitio, pues era un descampado tranquilo y los chavales le podían dar un ratillo a la pelota.

Frente a la iglesia hay una plaza con columpios para los más peques.

Esa misma calle de la iglesia va a parar al pequeño puerto y la playa principal de Llançà.

Hoy era día de mercadillo y habían dispuesto muchas paraditas de artesanías y productos a lo largo del paseo, por lo que estaba bastante concurrido.

Pero lo que más nos sorprendió es el islote de Castelar,

que domina el puerto y en definitiva, el pueblo. Tiene un mirador ajardinado desde el que se disfruta de una buena vista, tanto del mar hasta el Port de la Selva

como del pueblo en dirección a Portbou.

He leído que el tramo hacia el Port de la Selva tiene muy buenas calitas como la platja de la Vall, la d´en Vidal, en Vaquès o la del cau del llop.

CADAQUÉS



El tramo que une el Port de la Selva con Cadaqués es el más sinuoso, pues atraviesa desfiladeros montañosos del macizo del cap de Creus. De todas maneras la carretera es buena y suficientemente ancha.

En lo alto del Coll de Perafita se encuentra la rotonda con la posibilidad de ir a la izquierda a Cadaqués o a la derecha a Roses. La carretera al pueblo desciende por un torrente, al final del cuál surge el pueblo y el mar.

A punto de llegar al pueblo nos encontramos el primer aviso para autocaravanas.

No se puede aparcar más que en el parking de pago de Saba, a riesgo de que te impongan una sanción de 150 euros.

Llegamos a la rotonda de la entrada al pueblo haciendo cola pues había muchos vehículos ya que estamos en semana santa. De tanta gente decidimos hacer primero la visita del Cap de Creus y continuamos hacia la izquierda, pasando por el pueblo y cuando logramos salir en la carretera que conduce al cabo, vimos un letrero que prohibía el avance a las autocaravanas.

No pude frenar con suficiente antelación pues llevaba una cola de vehículos detrás de mí y continué pensando en girar si se complicaba la carretera. No obstante avisaban de mediante señales de que se tuviera precaución por paso de camiones de obras, lo cuál nos hizo deducir que pese a ser estrecha la carretera cabían vehículos de dimensiones medio aceptables.

El caso es que llegamos al cabo y al faro con el autocaravana de manera que os puedo aconsejar por experiencia que no lo hagais por varias razones:

carretera demasiado estrecha y muy transitada.

Os podéis encontrar con el tren que sube de Cadaqués en una zona estrecha de paso.

Normalmente no hay aparcamiento e incluso está complicado girar.

Hay agentes rurales que también son policías locales que imponen multas de 150 euros.

La mejor solución es aparcar y coger el trenecito.

Otra opción es ir a un camping, por ejemplo el camping Cadaqués (Ctra de Portlligat 17) y recorrer toda la zona a pie, ya sea el pueblo, Portlligat o tomar el sendero de cala Poal y recorrer los 6750m a pie.

Por tanto, y dada la dificultad del aparcamiento, vimos el cabo y el faro a toque de pito y con un viento que te hacía casi salir volando, que es lo que finalmente hicimos.

El Cabo de Creus es el punto más al este de la península ibérica, en la comarca del Alt Empordà, provincia de Girona. Está declarado desde el año 1998 como Parque Natural, siendo el único en España con dos zonas, la marítima y la terrestre, y considerado como el área deshabitada más grande de la costa mediterránea española.


Llegamos al pueblo y aparcamos en el parking, nos dimos una vuelta por este bonito pero masificado pueblo, que es mundialmente conocido por haber sido el lugar de veraneo de Dalí y en él se encuentra la Casa Museo del pintor, el lugar más frecuentado por los turistas. La Bahía de Cadaqués forma el puerto natural más grande de Cataluña y en ella amarran, sobretodo en la época estival, numerosos barcos y naves de todos los tamaños. Sus calles pequeñas y estrechas, y sus casas típicas pintadas de blanco hacen de Cadaqués una villa con un gran encanto pintoresco.

Paseamos por el casco viejo, por sus bonitas calles estrechas

y sus tiendecitas, viendo la iglesia de Santa María, de los siglos XVI y XVII, actuando como templo y fortaleza.

También es muy bonito el edificio modernista del paseo marítimo conocido como la casa Blaua o antigua casa Serinyana.

Y bonita es su playa y paseo marítimo.

En el paseo nos encontraremos una estatua de Dalí, así como varias terrazas para tomar algo a parte del sol que por estas latitudes es bastante corriente.

Para ir a Portlligat hay que tomar una pequeña carretera que pasa por la ermita y el cementerio de Sant Baldiri. La casa museo de Dalí se encuentra bien señalizada, al borde mismo del mar.

Estuvimos unas dos horas y continuamos hacia Roses para encontrar un mejor sitio de pernocta.

todo el recorrido en http://mibaulderuedas.blogspot.com/2010/04/el-cap-de-creus-en-autocaravana.html

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